La bandera de EU no fue la primera en la Luna

Hace 50 años que el hombre llegó a Luna por primera vez. Todos sabemos que el 16 de Julio de 1969 despegó la misión Apolo 11 de Cabo Cañaveral, en Florida, y que cinco días más tarde dos seres humanos caminaban sobre la superficie de nuestro satélite natural. Lo que muy pocos saben es que la primera bandera en ser colocada en la superficie lunar no fue la norteamericana.

El físico suizo Johannes Geiss había convencido a NASA con argumentos científicos y diplomáticos que la primera acción de los astronautas no debería ser el desplegado de la bandera norteamericana como se había planeado, sino la suya: una delgada hoja de aluminio y platino ultra puro. Esta bandera fue fabricada en Suiza y no faltó quien sugirió la posibilidad de colocar, en la delgada lámina, una bandera suiza.

Medir el viento solar. Johannes Geiss tuvo la idea de medir el contenido de elementos químicos que esta presente en el viento solar. Para eso construyó un pliego de aluminio de 30 centímetros de ancho y un metro con cuarenta centímetros de largo. Con este instrumento tan sencillo se realizaron las mediciones de abundancia de los elementos: deuterio, helio, neón, argón y fierro, que llegan hasta ahí arrastrados por el viento del Sol. El estudio permitió evaluar los diferentes modelos del origen del sistema solar.

Más aún, esta fue la primera ocasión en que se midió la abundancia de deuterio. Se piensa que éste isótopo del hidrógeno existe, desde que se generó minutos después de la gran explosión, y que después de eso no se ha producido más, de tal manera que la determinación exacta pone a prueba el modelo del Big Bang que nos explica como surgió todo lo que vemos en nuestro derredor.

Primero el instrumento Suizo. La delgada hoja fue expuesta al sol durante 77 minutos. Esto permitió que la interacción con el viento solar fuera la suficiente para obtener datos confiables. Johannes Geiss estaba preocupado por la posibilidad de que la misión tuviese que abortar y que la duración de la estancia no fuera la suficiente como para colectar los elementos traídos por el viento de nuestra estrella. Es por eso que los astronautas colocaron primero el instrumento suizo y después la bandera norteamericana.

Una vez en la Tierra la hoja fue lavada con ácido fluorhídrico para quitar el polvo y contaminantes que podrían falsear las mediciones. También se limpió con ultrasonido. Una parte de la placa de platino fue fundida en un sistema de vacío para analizar la composición química de los vapores y otras con técnicas de espectroscopia que arrojaron interesantes resultados.

En cierta forma podemos decir que la primera bandera en ser desplegada en la Luna no pertenecía al orgulloso país que hizo posible la gran proeza, sino al ideal universal de conocimiento que se antepuso en el protocolo de la llegada a la Luna.

Texto y fotos: El Universal

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