La cerveza no va a salvar al planeta

Por Gerardo Novelo

¿Vieron por ahí tal o cual comercial de cerveza donde prometen de adeveritas que van a dejar atrás el plástico de los sixes y reemplazarlo con una alternativa ecológica? No sé muy bien de cuál estoy hablando, pero hay media docena y alguno habrán visto.

Bueno, uno de esos encontró camino a mis redes sociales, acompañado de un “la cerveza va a salvar el mundo” de parte del conocido que lo compartía. Y heme aquí tres días después respondiendo vía columna.

Okay. Vamos por partes. Número uno. Esas campañas publicitarias exponen conceptos de producto que probablemente nunca verán la luz del día más allá de un video promocional. Los departamentos de marketing están muy lejos de las líneas de producción. Así que no: la cerveza no salvó al planeta.

Número dos. Digamos que acá me equivoco y sí sale a la venta esta alternativa ecológica al plástico del six. Seamos brutalmente generosos y asumamos que el plástico se remueve por completo de todo mecanismo de empaquetación de latas. Lo único que haría es remover una de las muchas formas en las que la industria de bebidas y alimentos genera toneladas de basura.

o es una acción en pro, es una acción para remover una acción en con. Pasar de -6 a -5 es un cambio positivo, pero lejos está de llegar al 1. Ergo, la cerveza tampoco salvaría al mundo.

Número tres. La que sí importa y la razón de esta columna. Esta línea de pensamiento individualista basada en la reducción personal de basura es profundamente ciega a la realidad del cambio climático. Que tú como persona tomes decisiones que generen un poquito menos de basura que las otras tendrá un impacto imperceptible en la crisis del medio ambiente.

Sí, se siente bonito no pedir popote en el restaurante o bolsa en el súper, y nada tiene nada de malo hacerlo por tu conciencia. Seré el primero en la fila de fusilamiento si eso fuese un problema. Y entre no hacer nada y hacer algo, pues es mejor hacer algo por más mínimo que sea. Pero es de lo más peligroso dejarse llevar por el narcotizante opio del “ahuech, yo ya compro mi six sin plástico, ya se salvó el planeta”. Es de lo más peligroso no informarse, quedarse en el “vi por ahí que eso es malo para el medio ambiente” y titubear entre optar o no consumir tal o cual producto.

Las medidas en pro del medio ambiente simplemente no pueden existir en el campo de lo personal.

 

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