La crisis del COVID-19 aplasta a los luchadores mexicanos

Con las arenas y gimnasios cerrados y sin otras entradas económicas de las cuales ayudarse, los luchadores mexicanos, al igual que miles de trabajadores en este país, han sido duramente golpeados por la crisis de salud y económica que ha provocado el COVID-19.

Sin un sueldo fijo, les pagan por presentación, y sin seguridad social, en la mayoría de los casos, los gladiadores prácticamente forman parte del sector informal en México aunque algunos, los menos, trabajan bajo contrato.

“La situación general es que está todo parado y no sólo es la lucha libre, pero esperemos que pronto esto se normalice”, dijo a medios el luchador conocido como El Fantasma, quien preside la Comisión de Lucha Libre Profesional de la Ciudad de México.

Para apoyar a luchadores retirados o que padecen lesiones y mujeres luchadoras, ayer el dirigente repartió despensas de alimentos donadas por la Comunidad Judía en México, y el miércoles lo harán con los luchadores hombres.

“Esto nos sirve para comer aunque sea esta semana y la siguiente, pues ya veremos”, añadió a manera de interrogante el gladiador.

Fue a finales de marzo cuando el Gobierno de la Ciudad de México, para evitar la propagación del coronavirus, decretó, entre otros, el cierre de estadios, gimnasios y centros deportivos, lo que llevó al desempleo obligado a cientos de luchadores. Con casi tres meses fuera del ring, los gladiadores profesionales mexicanos han tenido que “capear el temporal” para sobrevivir, sobre todo los poco conocidos o no tan populares y quienes, en algunos casos, han tenido que echar mano de sus limitados ahorros para solventar gastos y servicios.

LUCHAR Y TRABAJAR

“Como todos los deportes profesionales en México, ahora mismo, la lucha está parada y no podemos hacer otra cosas más que esperar a que nos den luz verde las autoridades”, dijo a Efe el luchador Rayo del Bajío.

Bajo su máscara azul en la que destacan dos rayos plateados, este hombre de 45 años recordó que el domingo pasado, los empresarios de la Arena Naucalpan, en el Estado de México, vecino de la capital, llevaron a cabo una función a puerta cerrada, pero al enterarse las autoridades los multaron.

El luchador recordó que este difícil panorama, “no nada más es para nosotros, sino para vendedores, comerciantes, taxistas, músicos y boxeadores”.

Aunque el Rayo se mantiene en activo como luchador, hace algunos años, con sus ahorros, abrió una fonda. “Pero lamentablemente, también por la pandemia, tuvimos que cerrar”, dijo.

Texto y foto: EFE

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