La edad no importa si tienes ganas de trabajar

Diego Jesús Argüelles González y Jorge de Jesús Ayala Díaz han creado una empresa de servicio denominada “Ayala y Argüelles: consultoría corporativa”, que hoy tiene una importante cartera de clientes y que destaca por el profesionalismo y su forma innovadora de llevar la contabilidad por encima de su edad, 23 y 24 años, respectivamente.

Ambos jóvenes estudiaron la carrera de contabilidad, Diego, en la Universidad Marista, y Jorge, en la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady). Desde muy jóvenes empezaron a trabajar en un despacho y hoy, a dos años de distancia, la empresa va en crecimiento prestando servicio fiscal, financiero y administrativo.

¿Cómo surge la idea de hacer este despacho?

Jorge: Ambos trabajábamos en un despacho, pero estábamos un poco inconformes con el trato que se le daba al cliente en general, porque al final de cuenta la contabilidad es una base importante en las empresas. Veíamos que nunca se iban satisfechos y pasaban meses, años y seguían en las mismas.

Había un servicio no malo, pero no satisfacía las necesidades del cliente en general. Conocí a Diego, le platiqué mi idea y empezamos a trabajar. No creímos que iba a ser tan rápido el crecimiento, pero conforme fue pasando el tiempo empezamos a crear diferentes servicios.

¿Fue difícil?

Diego: Al principio sí fue difícil, porque en la realidad nadie te abre las puertas tan rápido. Conocimos a los clientes, mostramos el plan de trabajo y algunos, por el hecho de ver a alguno joven no daban el paso; sin embargo, con el transcurso del tiempo, la experiencia y el buen servicio nos dimos a conocer.

¿El ser jóvenes ha sido una barrera para adquirir clientes?

Jorge: Al principio sí, porque cuando teníamos la junta con los clientes grandes no nos veían como contadores. Fue un tabú que rompimos, sobre todo en este sentido de la contabilidad. La edad no importa si tú tienes ganas de trabajar.

Si pudieran regresar el tiempo, ¿cambiarían algo?

Diego: No. La realidad, la ideología que estamos desarrollando, lo que nosotros venimos a darle a los clientes o nuestro principal plus es que quiten esa barrera de la contabilidad que tiende a ser aburrida, sistemática.

Jorge: Si el sueño no se cuida bien, si no tienen a las personas adecuadas para asesorarse, al final de cuentas va a crecer en la medida que ustedes creen que está desarrollándose, pero en cuestiones fiscales, financieras y administrativas no está de la mejor manera.

¿Y la familia?

Jorge: Creo que ni ellos sabían la magnitud, nadie lo sabía. Solo mi socio y yo, y podríamos decir que ni siquiera nosotros. Un día estábamos yendo a Ciudad del Carmen para reunirnos con un grupo de empresas nuevas que entraron y le comentaba a Diego: ¿cómo llegamos hasta aquí? estábamos en un despacho, trabajábamos de nueve a dos, y ahora estamos yendo a Ciudad del Carmen, sin saber mucho del cliente.

Ahora tenemos clientes de Tamaulipas, Ciudad de México, Veracruz, poco a poco estamos creciendo y lo que me he dado cuenta es que nadie les brinda el servicio que nosotros, porque además de eso, la otra parte, es la cuestión de innovación, tratar de sistematizar el tema de los impuestos para que tenga la información en tiempo real. La idea es que esté informado cómo está la contabilidad.

Diego: La calidad del trabajo siempre dependerá de la calidad de equipo que tienes, y hay que formar un buen equipo para prestar un buen servicio.

¿Cómo se ven en los próximos dos años?

Diego: Realmente queremos ser un referente. Tratar de abarcar la mayor parte del país. Que suene como una firma a nivel nacional e internacional.

Jorge: Creo que lo que nos ha hecho crecer es que tenemos nuestras formas de hacer las cosas y la gente ha creído en eso. Pienso que en dos años podremos abarcar más. Lo veo posible y es producto de que desde un principio estuvimos comprometidos con esto.

¿Qué consejo les darían a esos jóvenes que tienen alguna idea o que empezaron un proyecto que no lograron concluir?

Diego: Siempre había el miedo al fracaso. Las personas se tienen que arriesgar, y si llega a fracasar el proyecto, retroalimentar y seguir dándole. En algún momento todos tropezamos, pero lo importante es seguir intentándolo.

Jorge: Que el proyecto que tienen nunca pierda la esencia de lo que quieren llegar a ser. El día que lo que tú quieres hacer se empieza a empapar de algo que no es realmente lo que tú deseas, el proyecto tiende a fracasar.

Texto: Jesús Gómez
Foto: Saraí Suárez

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