La Espiga: Panadería y repostería de otro nivel

En la Unidad Morelos se encuentra “La Espiga”, una panadería y pastelería en la que todos los días desde muy temprano se elaboran verdaderas obras de arte culinario, como las trenzas de 3 chocolates con almendra y fresas, los polvorones de crema de maní y nutella, y qué decir de sus pasteles bellamente decorados y con rellenos de diferentes sabores, entre los que se destacan los frutos rojos.

La chef Carolina España recibió al equipo de Punto Medio y comentó que junto con su esposo el chef Pedro Correa, iniciaron este proyecto hace más de un año, y que poco a poco están labrando un prestigio basado en la calidad y sabor de sus productos, que a diferencia de las panificadoras, en donde el proceso es industrializado, en La Espiga no se utilizan aditivos ni químicos.

-En todo lo que hacemos, hasta las pizzas, usamos masa madre, que es una mezcla de harina, agua y levadura viva, que huele a cerveza, que dejamos fermentar de 8 a 12 horas y que es lo que le da al pan un sabor especial, además de que le permite que dure más tiempo, hasta una semana sin quedar duro– explicó la chef.

-Mi esposa y yo estudiamos gastronomía. Ella trabajó e hizo prácticas profesionales durante un año en Kuuk, en el área de la repostería con el famoso y reconocido chef Pedro Evia, y yo por mi parte trabajé en la Rue21 como el encargado de la panadería a cargo de Christian Bravo, chef reconocido internacionalmente. Vivimos un año en Canadá, yo trabajé allá en una panadería rusa y mi esposa en la cafetería. Estuvimos en otros lugares del país como Ensenada, Baja California, pero amamos Mérida y decidimos regresar para poner en marcha nuestro pequeño proyecto– dijo el chef Pedro.

Al respecto, Carolina señaló que ahora luchan para que la gente les conozca un poco más.

-Tenemos en mente tener una cafetería con nuestros productos artesanales, la panadería tradicional con las conchas y bigotes de chocolate y almendra y nuestra repostería– manifestó.

Y para las personas que no pueden comer pasteles de harina que contengan gluten, en La Espiga se cuenta con una línea de productos libres de azúcar con base en harinas de arroz y avena, también libres de lácteos como el pastel de pan de plátano, que es muy solicitado por clientes que tienen familiares con diabetes o cáncer.

-Para mi la gastronomía es un arte que permite expresarme de mil maneras, y en los pasteles y postres puedo usar los colores como si fueran pinturas de tipo abstracto con diferentes técnicas– explicó emocionada Carolina, quien recordó que recientemente hicieron una cata de postres que les dio muy buenos resultados.

En aquella ocasión uno de los postres más gustados fue el mostachón de fresas frescas, con betún de queso crema, y qué decir del tiramisú, que lleva una crema con base en queso mascarpone con soletas embebidas de café y con una cubierta de cocoa y chocolate rallado, sin duda todo un manjar.

-Nuestros postres tienen como ingrediente principal mucho amor, porque son para alegrarnos la vida en momentos especiales– señaló Carolina.

La chef agradeció al público su preferencia y sus comentarios en redes sociales, en los que los clientes hacen halagos al pastel de crepas y a los bigotes de almendra y chocolate.

-Estamos luchando a diario para que La Espiga sea la marca de repostería reconocida como la mejor en el Sureste. Por lo pronto, tenemos la dicha de que en estos días antes de las 11 ya se acabó todo el pan que se elaboró en la mañana, pero en la tarde, desde las cinco y media, ya tenemos pan fresco y calientito, para hacer chuc con el chocolatito o el café en estas tardes de lluvia–concluyó la entrevistada.

“La Espiga” se encuentra justo frente a la primaria José María Morelos de la unidad habitacional del mismo nombre. Justo frente al paradero de camiones de la Ruta Vicente Solís.

Texto: Manuel Pool Moguel
Fotos: Luis Payán

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