La gloria del infierno

Es indiscutible que José Saturnino Cardozo es uno de los más grandes jugadores extranjeros que ha llegado a nuestro país. Me atrevo a decir que incluso redefinió la posición del delantero y que no hemos presenciado otro jugador tan Killer del área como el diablo mayor. Sus épocas en el club Toluca son referente de una era en la cual los mandones de la liga mexicana eran ellos, el estadio Nemesio Diéz era una auténtica aduana dificil de librar, era pasar por el infierno, un infierno que se cubrió de gran gloria gracias a los botines del paraguayo.

El tiempo pasó y al igual que en muchos otros casos, esta figura del balompié buscó nuevos horizontes, algo más a que dedicarse una vez colgados los tacos. Las opciones en el mercado ya las conocemos, o te vas de comentarista a algun medio, o continuas cercano al fútbol, esta vez desde el banquillo del técnico o con la corbata de directivo. La realidad es que son escasos los jugadores que, además de tener talento en las piernas, lo tienen en la cabeza. Muchos optan por esta segunda opción y pocos son los que alcanzan a brillar de igual forma que como lo hicieron en la cancha pero en la banca. Cardozo es un ejemplo claro de que no existe paralelismo entre una cosa y la otra, su salida del Guadalajara por la puerta chica lo coloca ya en la antesala de un infierno del que podría no salir nunca más. Fracasó en darle un título desde la dirección técnica a su amado club, ha fracasado con el rebaño y su salida es un hecho consumado. ¿Seguirá dirigiendo en México la vieja gloria del infierno?

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