La otra pandemia

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
latribunaesnuestra@gmail.com

A una semana de que culmine la fase regular de la Liga MX varonil, hemos visto en algunos partidos el regreso de la afición a los estadios, después de casi un año sin estar presentes. Un caso concreto en esta jornada fue el encuentro entre Puebla y Pumas, el cual fue disputado en el Estadio Cuauhtemoc que abrió por primera vez sus puertas desde que se declarara la pandemia por covid-19.

Mas allá del empate a ceros que se vivió en la cancha, los titulares de este partido nuevamente nos apuntan a otro problema que sigue estando presente. Montserrat Gómez, reportera de deportes del canal 13 de Puebla, estaba realizando la cobertura del partido afuera del estadio cuando, en un enlace en vivo, un aficionado se acerca para intentar darle un beso, a lo que la periodista únicamente consigue dar un paso lateral.

Enojada por el incidente, fue la propia comunicadora quien subió en sus redes sociales un clip de ese momento para alzar la voz mencionando que eso también es violencia, pues ella únicamente estaba haciendo su trabajo. Entre los comentarios no faltaron los “relájate”, “exageras”, “todo lo hacen grande”, porque tal pareciera que no importa que alguien se te acerque de esa forma, punto y a parte la pandemia que estamos viviendo, la zana distancia y el uso del cubrebocas.

Por otro lado, también se pronunciaron muchas otras personas, en su mayoría mujeres, dando su apoyo a Montserrat, la propia cuenta oficial del Club Pumas lamentó el actuar de un supuesto aficionado a su institución. Pero entre los comentarios también destacaron los testimonios de otras periodistas que han vivido casos similares mientras hacían su trabajo.

Vanessa Huppenkothen, de la cadena ESPN, pasó por una situación idéntica mientras realizaba un enlace en vivo previo a la Champions League cuando un aficionado se acercó agarrándole el rostro para darle un beso mientras ella hablaba al micrófono. Otro caso fue el de María Fernanda Mora, de la cadena Fox Sports, en 2018 cuando hacía una transmisión de la final de la Concachampions rodeada de aficionados de las Chivas, en un momento dado la reportera se volteó y golpeó con su micrófono a un hombre detrás de ella diciéndole “no me toques”. Después reveló que la persona le había estado tocando los gluteos repetidamente.

¿Por gracia? ¿Como un “cumplido”? ¿Por “5 minutos de fama en televisión? ¿Para dejarlas en ridículo? ¿Porque no van a reaccionar? Cuáles son las razones para que actúen de esa manera, por qué aprovecharse con total ventaja de mujeres que están realizando su trabajo, que ya bastante cuesta con abrirse campo en un mundo dominado en su gran mayoría por hombres y aún así las reporteras tienen que estarse cuidando de las personas que están a su alrededor.

Pero además, durante el partido del pasado viernes se originó un pleito en las gradas que involucró a los aficionados presentes cuando en un momento dado, un aficionado de los Pumas pateó en el torax a una mujer que se encontraba en los asientos inferiores, ¿Qué está ocurriendo? O mejor dicho, ¿Por qué sigue ocurriendo?

Ojalá que así como la Federación y la liga han encontrado los protocolos correctos para llevar de nueva cuenta gente a los estadios, también en algún momento se sienten a implementar las medidas que sean justas, las campañas que sean necesarias y, principalmente, el compromiso que hace falta para hacerle frente en la parte que les corresponde de esta otra pandemia, la de la violencia hacia las mujeres; porque ya lleva muchos años y aún no vemos cerca la vacuna.

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