La pandemia inicia el año con cifra récord de muertes al día

El papa Francisco afirma que el 2021 será un buen año si la gente cuida de los demás y destaca que además de la vacuna contra el virus el mundo necesita otra para el corazón

La Organización Mundial de la Salud (OMS) notificó ayer 13,997 muertes en las últimas 24 horas, la mayor cifra en un año de pandemia de covid-19, por lo que el total de fallecimientos desde el comienzo de la crisis sanitaria asciende a 1.8 millones.

Los casos de COVID-19 rozan los 82 millones, 693,000 de ellos registrados en la última jornada, un ascenso con respecto a días anteriores pero que aún no alcanza la cifra récord del pasado 20 de diciembre (841,000 contagios en un día).

América, que notificó 6,300 muertes en el último día de 2020, suma 858,000 decesos, mientras que Europa registró 5,900 fallecimientos y suma 582,000 desde el inicio de la pandemia.

Estados Unidos continúa siendo el país con mayor número de fallecidos (335,000), seguido de Brasil (193,000), India (148,000) y México (124,000).

Les siguen cuatro países europeos: Italia (74,000 muertes), Reino Unido (73,000), Francia (64,000) y Rusia (57,000).

Los pacientes recuperados en el planeta ascienden a 59 millones, mientras que de los 22 millones de casos activos un 0.5 por ciento (106,000) se encuentran en estado grave o crítico.

El papa dice que el 2021 será un buen año si las personas cuidan de los otros

El papa Francisco afirmó  ayer que el 2021 será “un buen año” si la gente cuida de los demás y destacó que además de una vacuna contra el coronavirus el mundo necesita una “vacuna para el corazón”.

“No sirve conocer a muchas personas y muchas cosas si no nos ocupamos de ellas. Este año, mientras esperamos una recuperación y nuevos tratamientos, no dejemos de lado el cuidado. Porque, además de la vacuna para el cuerpo, se necesita la vacuna para el corazón, que es el cuidado. Será un buen año si cuidamos a los otros, como hace la Virgen con nosotros”, expuso.

Estas palabras de Francisco fueron leídas en homilía por el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, en la misa de Año Nuevo, dedicada a la “solemnidad de María Santísima Madre de Dios”, que se celebró el 1 de enero en el Vaticano.

El papa Francisco tenía previsto presidir esta misa y también la de las primeras vísperas del 31 de diciembre de 2020, pero no ha podido asistir a ninguna de las dos por una ciática, según informó el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni.

Al igual que hizo el jueves, 31 de diciembre, Jorge Bergoglio dejó escrita la homilía para que en este 1 de enero el cardenal Parolin leyera sus palabras a los pocos asistentes y medios de comunicación que pudieron estar en la Basílica de San Pedro del Vaticano, debido a las medidas de prevención para evitar contagios de coronavirus.

Y es que esta misa se ha celebrado como el resto de actos navideños en el Vaticano, sin fieles y en una basílica vacía.

El papa puso el acento en tres verbos, bendecir, nacer y encontrar, y destacó el papel de la Virgen María, en este día en el que también la Iglesia católica celebra la 54ª Jornada Mundial de la Paz, este año bajo el lema “La cultura del cuidado como camino hacia la paz”.

Francisco subrayó que “Jesús no es una idea abstracta, es concreto, encarnado, nació de mujer y creció pacientemente” y que por eso las mujeres “conocen esta concreción paciente”, mientras que los hombres son con frecuencia “más abstractos” y quieren “las cosas inmediatamente”.

Texto y foto: Agencias

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