La presidenta de Croacia, entre claroscuros

La presidenta de Croacia Kolinda Grabar-Kitarovic se robó las miradas en el cierre del Mundial. La jefa de Estado apareció como una mujer dulce que abraza por igual al presidente de Francia Emmanuel Macron y a Luka Modric, futbolista croata quien fue elegido Balón de Oro en estas justas deportivas.

En redes sociales, algunos aprovecharon para resaltar la imagen amigable de la presidenta croata en contraste con la dureza del mandatario ruso Vladimir Putin, quien prefirió protegerse de la lluvia bajo un paraguas antes de intercambiar abrazos.

El retrato de una buena presidenta se completó con hechos como que pagó sus pasajes y viajó en un vuelo comercial para disfrutar la Copa, no obstante, esta imagen se opaca con algunas de sus políticas internas y acontecimientos de su trayectoria.

El programa con el que su partido ultraconservador, Unión Democrática Croata, ganó las elecciones en 2015 fue señalado por utilizar matices xenófobos y antiinmigrantes. Además, según la agencia EFE, la primera presidenta croata defendió en el mismo año la construcción de vallas en las fronteras para evitar la entrada ilegal de refugiados.

La mujer que lleva las riendas del país balcánico también estuvo envuelta en escándalos antes de ser presidenta. En 2010, cuando era embajadora de Croacia en Estados Unidos, apareció en medios de comunicación que su esposo, Jakov Kitarovic, usaba el vehículo oficial de la embajada para fines privados.

 

Texto y foto: Agencias

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