Pasan los años y tal parecería que el municipio de Kanasín está condenado al olvido por parte de sus autoridades. Ayuntamientos van y vienen y los problemas crecen.
Con una población cercana a los 100 mil habitantes es, después de Mérida, el municipio más poblado de Yucatán. Hace algunos años su cabecera fue declarada ciudad, sin embargo, la imagen dista de parecerse a una urbe por culpa de las malas administraciones.
Vandalismo, alcoholismo, drogadicción, robos, calles destrozadas —salvo donde vive el alcalde—, alumbrado público deficiente, fraccionamientos en el abandono… Se antoja a exageración, pero no es así.
En muchos puntos de la localidad, salir de noche es una osadía.
Y es que es tierra de gente trabajadora que no merece que autoridades de baja calaña la sigan gobernando.
El hartazgo se ha hecho presente: muchos piden, exigen la renuncia del alcalde William Pérez Cabrera, quien prácticamente no ha hecho nada por la cabecera, fraccionamientos y comisarías.
Habitantes se dicen cansados de la situación en este municipio, al que le urge un viraje hacia la tranquilidad y el desarrollo. Le invitamos a leer nuestro reporte especial en esta edición.