Didier Ucán Canto
didierucan1@gmail.com
El internet, ese mundo digital en el que todos podemos ser alguien más si nos lo proponemos. Compartir nuestra vida perfecta de nuestro perfecto desayuno, con una foto de tus viajes, ese logro obtenido ayer o lo feliz que eres en pareja. Todo con el fin de promocionarse como el que tiene la vida perfecta.
Los usuarios a lo largo de la existencia del internet han creado distintas reglas que parecen broma, pero al final terminan por cumplirse cuando uno interactúa en sitios digitales. La regla principal, y la que le da nombre a esta columna es la que reza: “No te metas con los gatos o te buscaremos”.
Bajo esta absurda premisa se desprende una historia macabra…
La miniserie documental “No te metas con los gatos: historia de un asesino en internet”, disponible en Netflix, nos cuenta a lo largo de 3 episodios una historia digna de cualquier thriller de Hollywood:
Todo inicia cuando un usuario sube a internet un video explícito de cómo termina matando a dos gatos. A partir de entonces un grupo en Facebook se decide a darle caza y a encontrar al responsable para hacerlo pagar ante las autoridades.
Durante su cacería el asesino comenzará a jugar con ellos, dándoles pistas falsas y mandando mensajes a través de más vídeos, la comunidad de Facebook va haciéndose más grande con el fin de capturarlo; sin embargo, el asesino cree ser más listo y amenaza con pasar a asesinar humanos.
En tres episodios Netflix logra contar la infame historia de Luka Rocco Magnotta, un joven canadiense que termina por empezar un juego del gato y el ratón con una comunidad de Facebook en el que la violencia va escalando cada vez más.
El documental tiene una forma buena de contar los distintos contrastes del Luka permitiéndonos conocer los matices del acusado desde los ojos de sus perseguidores, de las autoridades y de su propia madre.
Un retrato que parece suficiente para dejar que el espectador sea quien juzgue las acciones del acusado y que deja en relieve la existencia de las comunidades en internet que han repercutido a nivel internacional a la captura de distintos individuos y a resolver casos enigmáticos.
Además de dejarnos la reflexión sobre el consumo de este tipo de contenidos e historias, un interesante cierre en su tercer episodio que invita a la reflexión y una prueba más de que la ficción se nutre de la realidad, y que la realidad muchas veces puede ser increíble.
