Dos intentos de robo, en una casa y un bar, así como el hurto en un comercio, fue el saldo de fin de semana en comisarías y la cabecera municipal.
El primer hecho se efectuó en un domicilio de la calle 24 entre 25 y 27 de Kimbilá cuando los amantes de lo ajeno intentaron entrar a la fuerza pero no contaban que los propietarios estaban en el interior durmiendo por lo que se levantaron y prendieron la luz exterior.
Lo anterior asustó a los ladrones y emprendieron la graciosa huida hacia el fondo del patio y en su desesperación tiraron varios metros de albarrada.
Esa misma madrugada, los rateros se dieron tiempo de visitar una tienda de ropa que se encuentra a la salida a Hoctún de donde se llevaron varios artículos eléctricos y piezas de tela.
En la ciudad de Izamal, el bar “La Cotorrita” que se encuentra en pleno centro histórico también recibió la visita de amigos de lo ajeno. Ahí rompieron la puerta principal para ingresar pero el reporte de un vecino evitó que pudieran lograr totalmente su cometido.
De esta manera queda en evidencia que la capacidad de vigilancia de la policía municipal ha sido rebasada y de no redoblar esfuerzo serán los ciudadanos que pagarán con la falta de sus bienes el poco accionar de la autoridad.
Texto y foto: ACOM
