Las calles de Dakar adoptan nuevos grafitis

Las calles de Dakar en Senegal, están llenas de graffitis con todo tipo de temáticas, técnicas y colores. A ellos se sumaron estos días nuevos dibujos, creados por una veintena de grafiteros que participaron en el décimo Festigraff, el festival más antiguo de su tipo en África, según presumieron sus organizadores.

La edición de este año, que comenzó el pasado 12 de abril y terminó ayer, es la décima desde su fundación, en 2009, por Docta, uno de los pioneros del grafiti en Senegal.

Su objetivo era “permitir a los grafiteros tener una plataforma de expresión, intercambiar experiencias y acercar el arte del grafiti a la población”, contó Docta a Efe.

Pero también, añadió, “que la gente sepa que el grafiti puede servir para sensibilizar en cuestiones de salud, educación y desarrollo ciudadano”.

Aunque hay personas que piensan que los grafitis deterioran el entorno urbano y, a veces, son asociados al vandalismo, para Docta es al contrario: “los grafitis embellecen y conciencian”.

En Malika, un barrio periférico de Dakar, un concurrido grupo de personas discutía animadamente. Cada uno explicaba, mezclando francés e inglés, lo que le gustaría dibujar en el enorme muro de un edificio en mitad de la playa.

Sus estilos son distintos y proceden de países diferentes, como Italia, Kenia, Guadalupe, Gambia, Francia o Inglaterra, pero en pocos minutos ya se habían puesto de acuerdo y Morgasmic, de Londres, inauguró el muro con un spray en azul cielo.

Lezzart, una joven artista francesa de 27 años afincada en la Comunidad Valenciana y a quien le encanta dibujar animales, aseguró que “mola pintar con tantas personas de distintos países”: “fusionamos nuestros estilos y hay una mezcla de culturas y colores”.

Laeticia Cefali (29 años), de nombre artístico LAEC, lleva 10 años en el mundo de la pintura, cuatro en el del grafiti y ya participó en el festival hace tres años.
Según ella, “es genial” encontrarse con “hermanos de todos sitios” porque “siempre se aprende” ya que “cada uno tiene su universo totalmente diferente”.

Para LAEC pintar cuadros es “súper cool” porque permanecen en el tiempo, pero el grafiti “es distinto porque puede desaparecer”.

“Le haces una foto y se acabó, o alguien viene y pinta encima, ese es el juego del grafiti. En cambio, el soporte tiene mucha fuerza porque en la calle lo impones a los demás. La gente camina y se encuentra con él”, explicó a Efe la artista.

Marcelo Roveda es italiano (36 años) y ha viajado por unos cincuenta países y cuatro continentes pintando grafitis. Para él, “la calle es la madre del grafiti” y a la gente “le gusta” este arte que, “buena o mala”, siempre transmite una energía.

El senegalés Aliou Ndiaye, uno de los organizadores del Festigraff, aseguró que la población de Dakar se siente “cómoda” con los grafitis y “los aprecia” porque en ellos se ven reflejados a sí mismos.

Ndiaye indicó que en Dakar el grafiti va más allá de lo estético y que se utiliza para lanzar mensajes de sensibilización.

“No es solo el arte por el arte, sino el arte para la población”, dijo el joven, al señalar que no solo se pintan letras o rostros, sino que también se conciencia sobre temas como la salubridad de la ciudad, la seguridad vial o el cáncer de pecho.

Texto y fotos: El Universal

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