Las colas o filas del nuevo centro comercial

Carlos Pérez
carper165@hotmail.com

“Filas de cientos de personas para entrar a centros comerciales”, “Largas filas en la apertura de comercios”, “En el centro, hacen filas afuera de centros comerciales”, “Cientos acuden y hacen filas durante la reapertura”; estos son algunos titulares que ya es muy común encontrar en la prensa hoy en día, la palabra fila o cola es ya de uso común en nuestro vocabulario, y ahora ante la pregunta ¿por qué tardaste tanto? La respuesta es: Hay mucha fila para entrar; esto significa que este modus actual deberá ser tomado en cuenta por las organizaciones en sus planeaciones para lo que queda del 2020 y el próximo año.

La autoridad sanitaria nos pide cumplir de manera obligatoria que los clientes para entrar a nuestro negocio deberán hacer filas, mantener la sana distancia y respetar un porcentaje de ocupación hacia adentro según el giro, por lo tanto será una cuestión inevitable y que se llevará un parte importante de nuestro tiempo, por lo que se cumplirá aquello que se decía: “Una persona perderá un año o dos de su vida haciendo fila en diferentes lugares” sin embargo, hay que analizar este fenómeno desde la perspectiva de la psicología del consumidor, en pocas palabras: estudiar el comportamiento y las estructuras mentales de los consumidores para conocer sus motivaciones, actitudes, creencias y valores.

Casi todos o mejor dicho todos odiamos las esperas en las filas y atribuimos la culpa a las marcas, por lo tanto algo debemos hacer, y por eso recordamos lo que el sitio puromarketing.com cita del diario Washington Post referente a las personas de un edificio de oficinas que se quejaban por las largas filas que debían hacer para subir al elevador, los propietarios dijeron que no podían hacer nada, hasta que un colaborador sugirió colocar espejos para que los trabajadores se vieran mientras esperaban, la consecuencia, las quejas se redujeron.

Lo que la anécdota anterior nos quiere decir es, que el espejo lo podemos sustituir por otras motivaciones, por ejemplo, mejores aparadores, textos con ofertas, monitores con mensajes de la propia empresa o de salud, etc., recordar si estamos ocupados nuestra percepción de espera disminuirá y se puede enfocar en algo positivo. De esta manera hay que pensar estrategias que podamos aplicar a nuestras empresas en donde el tiempo que nuestro cliente deba esperar sea no sólo el menor posible, sino que tenga algo que lo distraiga y se perciba menos tedioso. La pregunta para reflexionar que te dejo hoy es: ¿Cuál es tu espejo en la fila de tu negocio?

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