Las muchas madres

Por Carol Santana

Hace unos días se celebró el Día de las Madres en México y en otros países como Estados Unidos. Miles de personas compartieron historias y fotos sobre sus mamás o los tipos de maternidad que estaban experimentando.

Y el Instituto Nacional de las Mujeres no se quedó atrás. Con el cortometraje, Las Muchas Madres, que se transmitió en vivo durante la conferencia diaria informativa sobre el COVID-19.

El corto dirigido por Stephanie Brewster, mostró a diferentes mujeres en diferentes esferas sociales. Haciendo el llamado de reconocer la diversidad materna y de alejarnos del mito de la mamá y la mujer perfecta, el objetivo del corto fue demostrar que no hay una única manera de ser madre y que el serlo no es nada fácil ni bonito.

Desde la maternidad LGBTQ+ hasta la del aborto, el corto del Inmujeres es una refrescante perspectiva al mito de la maternidad que tan estamos acostumbrados en América Latina y en México. En especial porque en nuestro país, la figura de la madre es venerada e idealizada a pesar de que las condiciones para las madres y las mujeres en México siguen siendo deplorables.

Claro, hacer un corto no es lo mismo que generar acciones ni propuestas que mejoren las condiciones de las madres — y las mujeres— en México, sin embargo es un gran paso que se empiece a reconocer ante la población la diversidad materna y la importancia que tienen estas mujeres en México.

Y no porque están criando o creciendo a sus hijos, sino porque también representan una fuerza de trabajo que no siempre es reconocida y que siempre está en desigualdad. Lejos de la brecha salarial, el trabajo no remunerado de estas mujeres siempre está a discusión ante el ojo público.

Este mito de que la maternidad es algo bello y perfecto, es lo que ha impedido que muchas mujeres hablen con honestidad de sus experiencias. De lo horrible y traumático que puede llegar a ser el embarazo y el parto. Del resentimiento que algunas pueden sentir hacia sus parejas e incluso hijos, así como de la depresión y los estragos en la salud mental que las madres llegan a tener en su vida por culpa de la maternidad.

La maternidad será elegida o no será. Y es por eso que nos emocionan este tipo de esfuerzos, porque al fin podemos empezar conversaciones y avanzar en materia de educaciòn sexual, para que cada vez más mujeres decidan libremente ser madres o no, con todo lo que este trabajo conlleva. Sin romantizar los horrores y sin menospreciar el enorme esfuerzo que es crecer a un ser humano.

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