Las mujeres también somos parte

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
latribunaesnuestra@gmail.com

El pasado viernes se anunció la renuncia de Yoshiro Mori, quien hasta hace unos días fungia como presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio, después de una serie de comentarios sumamente inapropiados y que poco tienen que ver con los valores que persigue la justa deportiva que estaba organizando.

Entre los principios que enmarcan el movimiento olímpico se encuentra la “no discriminación”, como recordatorio de lucha para que el deporte sea practicado sin ningún tipo de discriminación. Además de la excelencia, amistad y respeto, valores bajo los cuales se rigen todos aquellos relacionados con el olimpismo.

Sin embargo, para nadie es novedad la falta de equidad que hay en el deporte, en cualquiera de sus niveles, incluidos los Juegos Olímpicos. En París 1900 fue la primera vez que se tuvo presencia de mujeres en las competencias olímpicas, con un total de 22 participantes y no fue hasta Londres 2012 cuando por primera vez practicamente todos los países tuvieron por lo menos una atleta mujer entre sus delegaciones. 

Fue por eso la sorpresa de que en pleno 2021, cuando pareciera que se ha ganado terreno en materia de inclusión y equidad, el presidente del comité organizador de unos Juegos Olímpicos dijera que “cuando aumentas el número de mujeres, si su tiempo para hablar no es limitado, tienen dificultad para terminar, lo que es muy molesto. Las juntas se hacen larguísimas”, en una reunión donde justamente se hablaba sobre incluir a más mujeres en el Comité Olímpico de Japón.

Lo más lamentable, a mi parecer, no es que lo dijera el presidente de un comité en donde tan solo 7 de sus 36 miembros son mujeres, sino que tal pareciera que el ex primer ministro de Japón no logró comprender qué estaba mal en sus declaraciones hasta que llegaron todas las críticas, incluyendo el pronunciamiento del Comité Olímpico Internacional (COI) condenando aquellas expresiones.

El propio COI estima que será en París 2024 cuando se logre la equidad en el número de atletas hombres y mujeres que competirán, cifras que aún tendremos que esperar a que se cumplan y observar las condiciones en las que se den. Pero también hay que recordar que el deporte no está limitado únicamente a su práctica, debemos destacar el avance que han logrado las mujeres como atletas y últimamente también como juezas, y de igual manera tenemos asignaturas pendientes como lo son las entrenadoras y, en este caso, directivas.

Las mujeres también tenemos la capacidad de tomar decisiones, de organizar eventos internacionales y de trabajar en equipo en beneficio del deporte. Es verdad, hay muchos escenarios donde aún falta trabajo por hacer, como la FIFA y su enamoramiento con Qatar que les resulta más importante los acuerdos económicos que las políticas de género. Pero los Juegos Olímpicos no son cualquier torneo, ni son cualquier organización deportiva, son la máxima justa a la que aspiran hombres y mujeres que sueñan con el deporte, una justa de la cual las mujeres también somos parte.

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