Las que se tuvieron que ir

Por Carlos Pérez

Cada vez es más común escuchar y con mucho pesar que micro, pequeñas y medianas empresas han tenido que cerrar, que esta pandemia ya terminó con muertes de personas, pero de igual forma con las marcas; hace unos días de manera local mediante un comunicado digital la librería Dante anunciaba el cierre de dos sucursales en nuestra ciudad de Mérida, también leímos esta semana la misma decisión de Cinemex y Cinépolis con el cierre de varias salas de cine en  diversos estados de la república y fue motivo de conversación en las redes sociales del cierre del emblemático Sanborns del barrio de San Ángel en la ciudad de México y que después la misma empresa desmintió. Así podríamos nombrar más organizaciones que tomaron esta lamentable medida ante el impacto del COVID-19 a las organizaciones.

Si eras de las empresas que tenías una deuda elevada, nada de efectivo en caja para manejar en estos momentos y carecías de un plan de acción en crisis, entonces, estarás entre los probables a cerrar o tener que hacer un giro a tu plan de negocios; por ejemplo, Interjet atravesaba desde antes de la pandemia serios problemas financieros y esta situación vino a dar el último empujón, sin embargo, hace unos días anunció que un grupo de inversionistas encabezados por Carlos Cabal Peniche y Alejandro del Valle capitalizaron a través de un fondo de inversión con más de 150 millones de dólares; tenemos que analizar que no toda empresa encontrará inversionistas o socios en este momento, y mucho menos los micro y pequeños que con mucho esfuerzo sobreviven.

Las preguntas que nos hacemos en estos momentos son: ¿No estábamos preparados? ¿faltó realizar con antelación planes de crisis? ¿debió ayudar con más créditos el Gobierno Federal, local y municipal? Las respuestas a esas dudas tal vez ahora las  hacemos  de manera muy somera y con pocos datos, aún nos falta para que empecemos a ver la luz en todo el impacto que ha provocado; siento que es muy pronto analizar el cierre de cada una de las marcas y qué les pasó; en uno, dos o tres años podremos examinar y dar respuesta a qué nos sucedió y ahora sí, tener planes empresariales ante una pandemia. Por lo que hoy te dejo la invitación a iniciar el análisis y empezar a estructurar tu plan de crisis para el futuro.

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