El secretario de Estado, Mike Pompeo y los legisladores fueron exigidos por el representante estadounidense Chip Roy, para aprobar una iniciativa que designaría a ciertas facciones de los cárteles mexicanos de las drogas como organizaciones terroristas.
La exigencia viene luego de los hechos de violencia ocurridos en Culiacán y recientemente en los límites entre Sonora y chihuahua.
En un artículo de opinión el representante republicano argumentó: “Decapitaciones ante las cámaras. Seres humanos disueltos en ácido sulfúrico. Cuerpos cortados en pedazos y esparcidos en la carretera. Personas inocentes dejadas por muertas en las calles. No estoy describiendo al Estado Islámico o Al-Qaeda, sino lo que está ocurriendo en muchas partes del sur de nuestra frontera compartida con México”.
Además se refirió a la fallida detención de Ovidio Guzmán y al asesinato de los nueve miembros de la familia LeBarón.
Según el legislador poner a dichas faccioines como organizaciones terroristas “volvería ilegal para quienes proveen material de apoyo o recursos -a esos narcotraficantes– ingresar a Estados Unidos. Evitaría que los miembros actuales de estos cárteles ingresaran a Estados Unidos. También permitiría al secretario del Tesoro Steve Mnuchin bloquear los activos de los cárteles”.
El legislador añadió que “no se puede dar el lujo de hacer de la vista gorda mientras nuestros amigos en México son rebasados. Nuestro patio trasero está en llamas. Es tiempo de que tomemos la manguera antiincendios”.
Algunos de estos cárteles que son señalados para ser incluidos en la lista son la facción Reynosa/Los Metros del Cártel del Golfo, la facción de Los Zetas del Cártel del Noreste, y el Cártel Jalisco Nueva Generación, derivado del Cártel de Sinaloa.
Con información de El Universal
