En la memoria, Reina Isabel Lugo Acosta guarda las leyendas que su abuelo Fermín le relataba en lengua maya, sobre todo la del perro, víctima de maltrato, era tentado por el Diablo para que le vendiera el alma de su amo, pero la mascota se las ingeniaba para engañar al malísimo hasta que este desistió de la idea.
La entrevistada, de 16 años de edad, es oriunda de San Francisco Dzon, comisaría de Tekantó. En la actualidad, estudia el Telebachillerato Comunitario del Estado de Yucatán (TCEY) en la cabecera municipal.
Hija de Tomasa Lugo Acosta y hermana de Mónica Yocelín, la joven recuerda que desde el seno de su casa se le enseñó la importancia de preservar su lengua materna.
Parte de esa motivación eran las leyendas, anécdotas y la tradición oral que su abuelo le relataba.
“Es un orgullo ser mayaparlante. En mi familia me educaron y me acostumbre a cómo hablarla, algo que aprendí de mis abuelos y mis bisabuelos”, comenta.
La educación preescolar y básica fue en planteles en los que se hablaba el castellano, situación que vio como algo normal, pues dominaba ambos idiomas.
―Fue algo normal, pues dominaba tanto el español como la maya, no se me hizo tan complicado. En la escuela recibía clases en castellano y en la casa se hablaba en maya ―comenta.
Sin embargo, como el perfil del sistema bachillerato reconoce la diversidad cultural y fomenta la integración en una sociedad multiétnica, empezó a desarrollar la habilidad de escribir en maya.
Consciente de la importancia de hablar una lengua milenaria, Reina Isabel opinó que se debe concienciar a la sociedad sobre la importancia de cuidar la maya, para que las futuras generaciones las conozcan.
A las autoridades les recomienda fomentar el aprendizaje de esa lengua, pues desde su percepción, hay gente que quería aprenderla y no sabe a dónde acudir.
Reina Isabel recomienda a las jóvenes mayaparlantes no sentir vergüenza, “al contrario, con orgullo hablen más esta lengua, que puede abrirles muchas puertas”.
Entre sus proyectos, la joven espera estudiar docencia para que desde esa trinchera fomente la divulgación y el conocimiento de la maya, pues en un legado para las futuras generaciones.― Irbin Flores Palomino
