Leo, un restaurante que no deja solos a los yucatecos

A manera de reconocimiento por la gran labor que realiza el personal de salud, el negocio le ofrece un descuento del 50% en el menú.

Hace 47 años, con un asador de rin de auto y carbón, inició en el Paseo Montejo una de las historias más sabrosas gastronómicamente hablando en nuestro estado de Yucatán, el “Restaurante Leo”, que con sus sábanas de res, sus arracheras y sus deliciosas hamburguesas se ha consolidado en el gusto del público.

“Lo fundó mi abuelo materno, don Carlos, junto con mi tío Luis, y sus esposas, hoy Leo tiene presencia también en el estado de Tabasco y emplea a más de 300 trabajadores”, explica el director general de Leo en Yucatán, Carlos Cárdenas Cáceres, quien a los 20 años se hizo cargo de tan importante responsabilidad.

En 2009, cuando mi abuelo se retiró, repartió las 9 sucursales que había en Merida entre sus tres hijos, algunos no vivían aquí y cerraron, solo quedó la sucursal que se le entregó a mi madre, la señora Mirna Cáceres, quien estuvo al frente hasta el 2012, cuando me hice cargo del negocio, dijo a Peninsular Punto Medio este joven, quien a partir de ese momento se encargó de poner en marcha el proceso de expansión.

“Yo aprendí muchas cosas del negocio de mi abuelo, que también fue presidente de la Cámara, yo le acompañaba todo el tiempo, lo mismo que a mi abuelita, que también esta dedicada a este ramo, así es que del tiempo en que mi mamá tomó el restaurante tengo muy gratos recuerdos de mi adolescencia, a ella hay que reconocer que haya logrado conservar el negocio”, dice Carlos, quien de esta manera rinde homenaje a las madres en su día, además de que en el restaurante, por sexto año consecutivo, hay una dinámica para redes sociales en el que a las mamás ganadoras se les entregará producto para preparar en casa, además de su arreglo floral.

Ahora, en tiempos del COVID-19, a manera de reconocimiento por la gran labor que están desarrollando en la primera línea de combate a este virus, ofrece un descuento del 50% en los pedidos del todo el personal del sector salud.

“Una vez que inició el COVID-19 nuestras ventas se cayeron, ya no se podía servir en comedor y los ingresos de los colaboradores se esfumaron, entonces decidimos donar el 10% de todas nuestras ventas a domicilio y por plataforma digital a personal que labora en la cocina, en la atención al público y en el reparto”, explicó.

Resuelto este tema que incluía a los repartidores, en las redes sociales salieron a relucir quejas de los doctores y enfermeros en el sentido de que otras empresas no querían llevarles sus pedidos de comida a los hospitales por temor a contagiarse.

“Nos llamaban para preguntarnos si nosotros podiamos darles el servicio, reuní al personal de reparto, platicamos, les hicimos conscientes de que los medicos y el personal de los hospitales son la base de lucha contra el coronavirus, que ellos son los que están en la primera línea de defensa, así que después de les dimos todas las medidas de proteccion adecuada, sacamos esta promoción de dar el 50% en el consumo, para que el personal médico pida con confianza. Es lo mínimo que podemos hacer, brindar la seguridad de que les va a llegar la comida cuando lo requieran”, dijo.

Desde hace poco más de un mes son más de 2 mil personas a las que se les ha otorgado el descuento que obtienen presentando su cédula profesional o la credencial que los identifica como trabajadores de determinado hospital.

E”l platillo tradicional, el de vanguardia, es la sabana de res, una carne muy delgada que proviene de la pierna de la res, que se prepara con una receta que es la misma que hace 47 años utilizaba mi abuelo y que hasta la fecha nos sigue distinguiendo” dice Cárdenas Cáceres, quien destaca que ha sido todo un reto mantener esta receta porque las marcas de muchos de los ingredientes que se usaban ya desaparecieron del mercado.

Texto y foto: Manuel Pool

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