Por: Arturo Pérez
Desde el inicio de la Liga MX Femenil se han criticado los salarios que perciben las mujeres en comparación con los hombres, y es de esperar que este tema genere polémica y más ahora que se busca la igualdad entre ambos sexos, pero ha llegado el punto en que muchos han pensado y declarado que no se les paga lo mismo porque son mujeres y por lo menos desde mi punto de vista, no es así.
Creo que sería malo si les pagaran actualmente lo mismo que le pagan a los hombres, sólo por ser mujeres, eso no sería igualdad si consideramos los inicios del fútbol profesional. No creo que deban pagarles menos que a los hombres, pero sí lo justo.
Cuando el fútbol profesional inició a nivel mundial, los jugadores no ganaban las sumas millonarias que ahora perciben, en Europa no recibían ni 5 euros y al mismo tiempo tenían que trabajar en una mina, fábrica, como pescadores, carpinteros, étc. El fútbol ha evolucionado al punto que los salarios van desde 10 mil pesos hasta más del millón de pesos al mes, pero esto es gracias a lo que se paga por publicidad, los contratos con televisoras, venta de artículos del club y otros ingresos que generan ganancias al club y aumenta el valor de la plantilla. Estos son factores que al día de hoy, considero, no tiene la liga femenil aún.
La Liga MX Femenil está iniciando y no por idea de los dueños, si no por imposición, recuerden que uno de los requisitos en su momento para seguir en Copa Libertadores era tener un equipo femenil, al final no regresaron a este torneo internacional, pero el proyecto se mantuvo y es algo que aplaudo, porque para los dueños pudo ser muy fácil tirar a la basura un proyecto que no es redituable por el momento.
Sin embargo, como todo proyecto que inicia, tiene muchas cosas que corregir y creo que antes de hablar de los sueldos, habría que poner atención en los focos rojos. Por ejemplo, la burla de reglamento que la Federación le impuso a las mujeres para ser parte de la liga al inicio y aunque no es válido ahora, varios clubes mantienen esas prácticas.
Es una tontería que se le pida a las mujeres “lucir femeninas cuando no estén jugando partidos”, que tengan un límite de sueldo, que no se puedan embarazar, que medios de comunicación las sexualicen al publicar sus fotos y ni que decir de los lamentables comentarios que les hacen en los estadios, y esto sí sucede porque son mujeres.
No es posible que en un país en el que tenemos un grave problema de feminicidios y en el que se está tratando de avanzar para erradicar la violencia contra la mujer, los clubes le den más atención al cómo vistan las jugadoras que al respeto hacia ellas como personas. La problemática de los sueldos se debe solucionar conforme el fútbol femenil gane audiencia, pero los conflictos que se deben atender ahora son el trato que sí se les da por ser mujeres, y que sí son injustos.
