Los inolvidables cancioneros yucatecos

Seguramente usted recordará con agrado estas sencillas publicaciones que cada 15 días estaban en el puesto de periódicos y en cuyas páginas impresas a una o dos tintas, encontrábamos las letras de las canciones más populares del momento.

Entre la década de los años cincuenta y hasta principios de los ochenta se editaron en nuestra ciudad varios de estos cuadernillos como el cancionero “Merida”, editado por D. Pedro Solis; “El Trovador”, “Melodías”, “Ensueño”, “Yucatán” y a principios de los sesentas, incluso se lanzó el Cancionero Coca Cola.

Todas estas ediciones fueron parte importante en la cultura musical de los yucatecos, ya que de manera continua aparecían homenajes a los inmortales Guty Cárdenas, Ricardo Palmerín o Pepe Domínguez de modo que seguramente esta fue la manera en la que muchos jóvenes aprendieron las letras de sus obras, y también las de Armando Manzanero, Luis Demetrio, que para la década de los sesentas ya habían triunfado a nivel nacional y muchas de sus composiciones ya se escuchaban en la voz de grandes cantantes como Javier Solis y Vicente Fernández.

En una entrevista concedida a La Canción Mexicana en 1970, el Charro de Huentitán recuerda que el primer tema que grabó a manera de prueba fue “Perdóname”, de Armando Manzanero, que junto con “Cantina de Mi Barrio” fueron todo un éxito y que se incluyeron en su primer LP.

Por su parte, Javier Solís, de la autoría de Luis Demetrio, grabó unos años antes, “Si Dios me quita la Vida”, uno de los más grandes éxitos a nivel internacional.

En el número 29 del Cancionero Yucatán de diciembre de 1966, el director de la publicación, D. Humberto Sánchez, recuerda los días en los que trabajó junto al maestro Manzanero en el Centro Turístico Tulipanes.

“Él con su cartel de magnífico pianista y yo, en mis primeros pasos como maestro de ceremonias. Lo presentaban siempre como el conjunto de Armando Manzanero o bien, el conjunto de fulano de tal con su pianista Armando Manzanero, pero en rueda de amigos pocas veces lo llamábamos Armando, para nosotros era y sigue siendo el “chaparro Manzanero”. Es de aquellas personas que desde el primer momento caen bien con su sonrisa a flor de labios, su mirada y su carácter bonachón y su modestia inspira confianza y se convierte en un amigo cordial y sincero”, escribió el director del Cancionero Yucateco.

Además de la música ranchera, que estaba en su nivel más grande de popularidad, aparecían tanbien en las páginas de estas publicaciones las letras de los éxitos del rock and roll como Enrique Guzmán César Costa y Angélica María o los Rockin Devils, mientras que comenzaban a triunfar grupos yucatecos como los Babies del Rock, que así se presentaban los hermanos Ávila, Los Babys, que en 1961 se presentaron el 6, 7, 13 y 14 de mayo en el Balneario Playa Bonita de Campeche.

También merecieron la portada Los Aragón y, por supuesto, El Chino Herrera, además de estrellas del Cine Nacional como Elvira Quintana, quien aparece en la edición de septiembre de 1967 de “El Trovador”.

Y si de publicidad hablamos, es todo un agasajo ver los anuncios que se incluían en estas publicaciones donde no podía faltar en la contraportada la Campeona del Sabor, la Sidra Pino, el refresco “Para la Gente Feliz” , pero también se anunciaba la Horchatina Extra No.1 que se vendía en “La Verdadera Higiene”, cuyo local, se ubicaba en la 65 por 56, en la esquina de Correos.

Además, se anunciaban de manera constante los Productos Royle, que ofrecían talco, brillantina y loción de lavanda, además del talco perfumado y boratado Dumbo y el Ungüento Clemens con sulfatiazol, que protegía contra las infecciones y no podían faltar la Cocteleria Soberanis y el Bar Maracas que se encontraba en la calle 61 entre 64 y 66 y que ofrecía cocteles de ostión y camarón acompañados de su cerveza preferida bien helada. ¡Vaya tiempos aquellos….!

Texto: Manuel Pool Moguel
Foto: Cortesía

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