Los mexicanos sí son felices, pero no con el país

Como afirmó el presidente López Obrador, los mexicanos dicen estar felices con su vida, pero no están satisfechos con el país ni con su seguridad, de acuerdo con los resultados más recientes de los módulos de Bienestar Autorreportado (BIARE), dados a conocer por el Inegi.

En una escala de 0 a 10, aspectos como el país (relacionado con la actividad gubernamental) y la seguridad ciudadana fueron los ámbitos peor calificados por la población adulta, con promedios de 6.8 y 5.3, respectivamente durante julio de 2019.

La satisfacción con la seguridad es el único tema de los 12 evaluados que reportó una baja en su calificación respecto al mismo periodo del año anterior.

El promedio de satisfacción con la vida reportado por la población adulta urbana se situó en 8.3, similar al valor de julio de 2018. Entre los hombres, el promedio se ubicó en 8.4, mientras que entre mujeres fue de 8.2.

Del total de la población adulta urbana, 2.2% calificó entre 0 y 4 su satisfacción con la vida, y 8.1% la evaluó con 5 o 6; 42.4% otorgó una calificación de 7 u 8, en tanto que 47.3% expresó un nivel de satisfacción con valores de 9 o 10.

Atendiendo a los 12 ámbitos o dominios específicos de satisfacción, una constante ha sido que se valoran más los aspectos relacionados con la esfera privada de las personas y, menos, los que conciernen a ámbitos públicos.

Es así que, a lo largo de la serie, las relaciones personales son los mejor valorados, en esta ocasión con calificación promedio de 8.7; seguido, en orden de importancia, por la actividad u ocupación, con valoración de 8.6 (contra 8.5 reportado un año antes), vivienda, estado de salud y logros de la vida, con 8.4, respectivamente.

El segundo aspecto del bienestar subjetivo es la fortaleza de ánimo y sentido de vida o eudemonía. Para medir dicho aspecto, se pregunta al entrevistado qué tanto se identifica con ciertos enunciados. Los mejor calificados, con 9, fueron: “Lo que hago en la vida vale la pena”; “Soy una persona afortunada”, y “Soy libre para decidir mi propia vida”.

Finalmente, el tercer aspecto relacionado con el bienestar subjetivo es el balance afectivo o anímico de la población urbana de 18 y más años, que en una escala que va desde -10 hasta +10, indica un predominio de los estados anímicos positivos sobre los negativos, dando como resultado un promedio de balance anímico general de 6.3 en julio de 2019, una décima menor al reportado en el mismo periodo del año anterior.

La medición del bienestar subjetivo se enmarca en un creciente consenso a escala internacional sobre la necesidad de dar seguimiento al progreso social a través de la perspectiva de las personas acerca de sus experiencias de vida, y no sólo a través de la disponibilidad de bienes y servicios, explicó el Inegi.

Texto y foto: Agencias

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