La pandemia de COVID-19 que durante poco más de un año está presente, ha impactado seriamente a la población mexicana, específicamente a la salud mental de los que la padecieron y de quienes temen contraerla.
En el caso específico de las personas que padecen trastorno bipolar, enfermedad crónica que puede ocasionar graves dificultades en el funcionamiento familiar, social y laboral de las personas, los síntomas depresivos se incrementan con el COVID, al grado que pacientes como Ana, de 28 años de edad, están desarrollando una idea suicida “más fuerte que nunca”; y a quien nada le gusta, nada le apetece y que perdió la energía.
Así lo señaló el especialista en psiquiatría y ex presidente de la Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares, Manuel Sanchez de Carmona, quien en el marco de una conferencia virtual previo al Día del Trastorno bipolar que se celebrará el 30 de marzo, explicó que el COVID genera una inflamación en todo el cuerpo y al tocar el cerebro, también genera este proceso inflamatorio el cual da como resultado un aumento en síntomas como la depresión en el caso de Ana que padece Trastorno bipolar tipo 2, y que se caracteriza por ser más depresivo.
En otro ejemplo, el Dr. Sánchez, citó el caso de Miguel un joven de 27 años que padece trastorno bipolar de tipo 1 que se caracteriza por episodios de mania, en el paciente duerme poco pero que tiene tanta energía que quiere hacer todas las cosas, lo que representa un riesgo muy grande para su familia debido a que no sigue los lineamientos para COVID 19 y sale sin cubrebocas, no se lava las manos, lo que resulto en que ahora esta infectado.
“Él representa a las personas con trastorno bipolar que tiene alteraciones en su juicio, la manía hace que la persona transitoriamente hace que la persona no pueda decidir bien y toma decisiones que pueden poner en riesgo su vida y la de los demás”, detalló el especialista quien recordó que por esta manera de actuar, durante esta pandemia, un 60 por ciento de los pacientes de trastorno bipolar han perdido sus empleos ya sea porque faltaron mucho derivado de la depresión o en medio de una manía incurrieron en una acción de derivó en su despido.
“Los pacientes de esta enfermedad necesitan estar en la primera fila para recibir la vacuna y prevenir la infección, al igual que los adultos mayores y personas con alguna comorbilidad, pero no son tomados en cuenta, por ello son los olvidados durante la pandemia del COVID-19”, recalcó el Dr. Sanchez de Carmona, quien hizo un llamado a sumar esfuerzos en favor del diagnóstico, atención de los pacientes de esta enfermedad que no tiene cura pero si tratamiento.
El Dr. Sánchez también destacó algunas de las secuelas que sufren las personas que se encuentran en el periodo de post covid y que a pesar de que ya salen como negativos en la prueba siguen con fatiga, dolor de cabeza, trastornos de atención, mientras que en una proporción de un 7 por ciento presentan secuelas de salud mental como problemas de ansiedad, depresión, trastornos en el sueño y en el ánimo.
En este caso destaca que si bien puede ser que estas secuelas neurosiquiatricas estén afectando a gente que estaba sana, también es posible que se trate de personas que ya tenían la enfermedad y que con el virus se potenciaron los síntomas del trastorno bipolar.
En este sentido detalló que el trastorno bipolar que es muy común en el mundo, daña el ánimo y se calcula que en el tipo 1 lo presentan 2.19 por ciento de los mexicanos mientras que 3.6 millones de mexicanos padecen el espectro del tipo 2.
“Cómo pueden ver estamos hablando de una discapacidad fuerte, los problemas de trabajo en un ámbito bipolar se duplican lo mismo que los problemas de pareja, en cuanto a divorcios y separaciones, pero lo peor de todo es que con esta manera de vivir, menos sana, se reduce la esperanza de vida dramáticamente, de modo que la persona puede perder 10 o 12 años de lo que viviría sin tener el padecimiento, y si encima de todo les da COVID-19, va a vivir mucho menos”, subrayó.
Texto: Manuel Pool.
