Por: César Espadas
La capital de España, a nivel fútbol, es relacionada con el Real y con el Atlético de Madrid. El primero, máximo ganador de Liga y de Copas de Europa; el segundo, un animador constante de cada torneo. Pero, hace un par de campañas que la ciudad tiene otra grata sorpresa: el Getafe. El equipo azulón se encuentra actualmente en el tercer lugar de la clasificación de la Liga y sueña con calificarse a la Champions League por primera vez en su historia.
El orquestador de este proyecto es José Bordalás, quien llegó al Getafe, aún en segunda división, ya iniciada la campaña 2016-2017 logrando resultados de inmediato: consiguió el ascenso al máximo circuito. Al año siguiente, terminaron en octavo puesto causando gratas sensaciones. Parecía que el proyecto no podría mejorar aún más, sin embargo el año pasado alcanzaron el quinto lugar, clasificándose a la Europa League. El mundo del fútbol comenzó a entender que Madrid tenía un tercer equipo competitivo.
Trabajo y sacrificio son las principales cualidades de este cuadro. Jugadores convertidos en obreros del fútbol llevando al límite el esfuerzo físico. Bordalás define su estilo de juego como ofensivo, de presión constante, verticalidad y buscar siempre la portería contraria. Un adelantado del fútbol moderno que saca provecho del estilo de cada jugador disponible ya sea la solidez en defensa de Djené, el equilibrio de Maksimovic, el desborde de Cucurella y de Nyom, los goles de Jaime Mata, Ángel o Jorge Molina.
Faltan muchos partidos por delante, pero sería mágico que el Getafe trascienda en la Europa League y logre meterse a Champions para el siguiente año. Siempre es arte ver a pequeños trascender en un mundo de gigantes.
