El Colectivo Ciudadanos Hartos A. C. (CHAC) aseguró que se pueden aprobar miles de leyes para eliminar el uso del plástico, pero el verdadero problema es que no lo sabemos usar, pues no se recicla.
En entrevista, el ingeniero químico Humberto Reyes Montiel y José Luis Rivera Paz, representantes de esa agrupación, levantaron la voz una vez que el Congreso del Estado aprobó el miércoles pasado la eliminación gradual de las bolsas de plástico y recipientes de unicel.
–Lo que hay que hacer es educar a la gente, hacer uso responsable de las bolsas de plástico, popotes y el unicel, pero más que nada, separar la basura– dijo Reyes Montiel.
Dijo que es importante que en las casas se haga el trabajo de separar la basura, que el cartón, papel, envases de otro tipo y el vidrio vayan en recipientes especiales, para que pueda se enviado a los centros de reciclaje.
Por otro lado, indicó, la basura sucia, la que no tiene forma de reciclarse, esa sí debe enviarla al tiradero municipal, que debe estar tecnificado con una membrada de hule fundido para evitar que los lixiviados venosos e infecciosos se vayan al manto freático.
En rueda de prensa celebrada en un restaurante del centro de Mérida, Reyes Montiel y Rivera Paz compartieron su preocupación por la contaminación del agua de Yucatán, que muy pronto se desatará con grave problema de salud pública.
En ese sentido dijo que son cuatro los “Jinetes del Apocalipsis” que están atentando contra el agua buena de los yucatecos: la fecalización, los pesticidas agrícolas cancerígenos, los lixiviados venenos e infecciosos del basurero municipal y la fecalización porcina.
Lamentaron que a 18 meses de difusión de estudios y advertencias en redes sociales y en los medios de comunicación, las autoridades estatales y municipales no han dado respuesta, por lo que levantaron la voz para demandar soluciones.
Por último, dijeron que mandarán una carta al Banco Nacional de Obras (Banobras) para que no financie ni una obra en la que no se tomen en cuenta el cuidado del medio ambiente y la ecología y menos para aquellos que atenten contra el agua.
Texto y fotos: Esteban Cruz O./Cortesía
