En México uno de cada tres habitantes padece hipertensión arterial, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012, sin embargo, más de la mitad de las personas desconocen que la padecen.
Cada año 17.9 millones de personas en el mundo mueren cada año a causa de enfermedades cardiovasculares, señaló Pedro Gutiérrez Fajardo, presidente de la Asociación Nacional de Cardiólogos (ANCAM) con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El 85% de todas las muertes por enfermedades cardiovasculares (EVC) se debe a ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, las cuales son consecuencia de la hipertensión arterial sistémica (presión arterial alta).
La hipertensión arterial sistémica es una enfermedad crónica y hace que el corazón tenga que bombear la sangre con mayor fuerza, para mantener las funciones del organismo, explicó Gutiérrez.
Entre los factores de riesgo que contribuyen a la mortalidad mundial por causa de la hipertensión arterial se encuentran los accidentes cerebrovasculares como infartos, lo que ocasiona la muerte de más de 10 millones de personas cada año a nivel mundial.
Tener hipertensión arterial contribuye el incremento a desarrollar enfermedades cardiovasculares como insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, enfermedad vascular cerebral y el infarto del miocardio.
De acuerdo con la OMS, los principales factores de riesgo que contribuyen a padecer hipertensión arterial son dieta inadecuada, tabaquismo, sedentarismo y el uso nocivo de alcohol.
Sin embargo, dicho padecimiento puede ser controlado e incluso se puede prevenir, mediante estilos de vida saludables, mejorando los medios de control como fármacos, y haciendo de la medición y seguimiento un acto cotidiano, aseguró Gutiérrez.
El especialista recomendó medir la presión dentro de las primeras dos horas después de levantarse y también por la noche, esto actualmente es más fácil gracias al uso de aparatos de última tecnología y aplicaciones como Omron Connect.
Estas aplicaciones y dispositivos innovadores le permiten al paciente tener un mejor control de la enfermedad, ya que hacen que la medición de la presión arterial sea más fácil, cómoda, controlada y segura. Esto a su vez ayuda a que el médico tenga un mejor registro y con ello asegura que el paciente tenga una mejor calidad de vida.
Texto y foto: El Universal