La Dra. Lucía Ledesma Torres destaca que el contacto e interacción con estos animalitos es benéfico para el estado anímico.
Para sobreponerse a la angustia y ansiedad que genera el aislamiento social y la cuarentena es importante contar con la compañía de las mascotas.
El contacto e interacción con estos animalitos reduce los niveles de cortisol, lo que induce cambios favorables en el estado anímico y genera endorfinas que nos ayudan a liberarnos del estrés al que estamos sujetos en estos tiempos en los que la pandemia de COVID-19 ha ocasionado una amplia variedad de conflictos, destacó la Dra. Lucía Ledesma Torres, quien es la responsable de un proyecto en el que un perrito de razz pug es el protagonista y encargado de brindar una sensación reconfortante, relajante, agradable y gratificante al personal médico que lucha en primera línea con pacientes afectados por el coronavirus.
En una conferencia realizada a través de una plataforma tecnológica, la doctora adscrita a la División de Neurociencias del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE explicó cómo ha sido la labor de este perrito de 3 años llamado “Harry el Tuerto”, lo que ha permitido aliviar el estrés psicológico y emocional del personal sanitario en áreas COVID-19.
Antes de iniciar la intervención apoyados con la presencia de Harry, señaló que tras realizar su labor atendiendo a pacientes de COVID-19, médicos, enfermeras y demás personal médico, presentaban crisis de angustia y lloraban, además de todo esto, muchos siguen sin ver a sus familias pues viven en hoteles para evitar contagiar a sus seres queridos, mientras que han visto morir a muchos de sus compañeros y es latente el temor a contagiarse.
De la misma forma, mucha gente aún no logra adaptarse a las circunstancias de emergencia sanitaria y presentan desequilibrios relacionados con cambios a su salud mental, teniendo ansiedad, angustia, temor, pesadillas y problemas para conciliar el sueño.
Muchas personas han perdido a sus seres queridos y no pudieron despedirse de ellos presencialmente, mientras que los sobrevivientes a la enfermedad presentan una alta exposición al trauma por el fuerte impacto psicológico que vivieron cuando recuerdan su ingreso al hospital, su traslado en la cápsula plástica, su preocupación por no tener el contacto cercano y cotidiano con sus seres queridos y el temor de ser entubados.
Además son vulnerables a sufrir un trauma psicológico a mediano o largo plazo, aquellas personas que en esta pandemia tuvieron pérdidas materiales y laborales y que requieren de atención especializada como la que ofrece vía telefónica el Gobierno del Estado o el Ayuntamiento de Mérida. Por ello es muy importante buscar apoyo a tiempo, tanto a nivel individual como familiar.
Texto y foto: Manuel Pool
