Mercadito de San Sebastián en el olvido

 

 

Hasta hace seis años el rostro del mercadito de San Sebastián era diferente, era punto obligado de las administradoras del hogar para surtir parte de la despensa. Hoy, sus pasillos y  paredes viejas guardan aquel recuerdo que pareciera no regresar. Al interior, un carnicero, 3 vendedoras de frutas y verduras  y 5 puestos de comida, luchan por no desaparecer.

San Sebastián es uno de los barrios más antiguos de Mérida conocido por las fiestas tradicionales que se llevan a cabo en tan importante  iglesia, que por cierto, lleva el mismo nombre.

A un costado se encuentra ubicado un mercadito y debo decirlo así,  no por lo entrañable que pudiera ser, sino por el tamaño del edificio. Ahí se encuentra don Vidal Cárdenas Solís, quien compartió para Punto Medio tener 50 años como locatario.

Las características propias de un mercado son el bullicio, el olor a comida, los colores vivos de las verduras, así como la famosa invitación: “Pásele, que le damos. Qué buscaba”. Muy lejos de esta descripción se encuentra el mercadito de San Sebastián, lugar que a simple vista parece sucio, sombrío y triste.

 

 

De aproximadamente 40 locales y 32 mesetas,  10 son los negocios que ahí se encuentran, siendo la comida el sustento de dicho espacio.

“Ha bajado mucho la venta, muchos se han ido. La gente ya no entra debido a que hay muchos puestos de carnicería alrededor del mercado. La gente está dejando de venir. Parece que a las autoridades no les interesa”, expresó don Vidal.

Comentó que los días que mejor le va son los domingos ya que al término de la misa, varias son las personas que acuden a comprar un refresco, un agua o deciden comer.

“Prefiero cerrar cualquier día de la semana y no domingo, es el único día que hay venta. Todos estamos aguantando, no es un negocio, aparte que la renta es barata”, apuntó.

Dentro de las deficiencias que tiene el edificio, dijo, es la limpieza, “ves hasta miarda de gatos, lo que espanta a los comensales”, así como el mantenimiento. “Por eso se ve feo y sucio”.

Doña Ignacia Chan Yam, vendedoras de verduras, consideró que el problema es la apertura de varios establecimientos a la redonda, así como supermercados.

 

 

“Hay días que no hay. El carnicero a veces viene, otras no; al  pollero lo operaron y no regresó”, mencionó.

Por su parte, Carlos Alfonso Perera Montejo, quien lleva 24 años en el mercado coincidió en el abandono que tiene el mercado. “¡No  hay mantenimiento! Está a la vista y toda la carencia empezó hace años ante la apertura de varias tiendas.  Nosotros, los que vendemos comida, somos los que mantenemos el mercado, porque si no, ya lo hubieran cerrado, las ventas están bajas. Sólo da para subsistir”.

Urgió la necesidad de que los autoridades den mantenimiento a este espacio público, mayor difusión, así como cerrar más tarde.

“Yo  hace dos  años que lo dejé. La verdad me descapitalicé, no había  dinero para comprar la mercancía. En segundo lugar, las ventas bajaron bastante ante la apertura de súper, ya la competencia son empresas grandes que tiran ofertas y el margen de ganancia era menos; con tal de vender sacrificábamos parte de la ganancia para poder vender pero ni así”, explicó William Antonio Tun.

Todos recuerdan el apogeo del mercadito de San Sebastián, el cual  desean llegue de nuevo por el bien del lugar y de sus familias.

 

Jesús Gómez

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.