En estas vacaciones de verano uno de los sitios que visitan los turistas extranjeros y nacionales que están de paso en el municipio es el Mercado 20 de Noviembre, un sitio que en su interior alberga varias mesas de madera y de concreto donde se venden frutas de la época al menudeo, y cuyo el techo central de láminas de asbesto ha quedado rezagado.
En el interior del mercado se pueden observar diversas frutas y verduras de la época como el nance, dulce de nance, pitahaya, mango proveniente de Nayarit, también se pueden comprar pepitas molidas, recados para los guisos tradicionales como el escabeche o la pasta para el relleno negro.
Algunos guías de turistas acostumbran realizar un recorrido en el interior del mercado para que los viejeros compren frutas frescas de la época o disfruten de la comida de las loncherías locales que ofrecen guisos o antojitos tradicionales.
La construcción de este sitio inició a principios de los años setenta y a casi cuatro décadas de su apertura tendrá una remodelación en la administración entrante, según lo anunciado por las autoridades electas el pasado primero de julio.
El bazar municipal construido en 1982 es otro edificio cuyo diseño original fue modificado por las autoridades municipales que estuvieron en turno, ya que vendieron los espacios de los pasillos e incluso el de los extremos oriente y poniente. Con esta medida el bazar municipal tapó la fachada de los edificios coloniales, opacando la imagen del primer cuadro de la ciudad.
El edificio del bazar también está en proyecto de remodelación por parte de las autoridades municipales que estarán en funciones a partir del primero de septiembre, por lo que el rediseño de la imagen urbana del primer cuadro de la ciudad traerá beneficios a todos los sectores económicos de la población.
Cabe mencionar que la cultura tradicional de ir de compras al Centro de la población es una actividad que sigue perdurando en la mayoría de los municipios del interior del estado.
Texto y foto: Bernardino Paz Celis
