Mínima diferencia, máximo orgullo

Los Juegos Centroamericanos y del Caribe se crearon en 1926 a iniciativa de México para mostrar su supremacía deportiva en la región, además de foguear a sus atletas en la ruta hacia los Juegos Olímpicos. Y a 90 años de distancia, cuando vemos el medallero de la edición 2018 en Barranquilla, Colombia, tal parece que ese propósito inicial se ha cumplido.

Asimismo, hay que reconocer el éxito de impulsar en el camino a deportes populares entre los mexicanos como el futbol, ¡pero en la rama femenil! Las jóvenes de la Selección Mexicana son quienes lograron el oro y –aunque las comparaciones son odiosas– los varones en esta ocasión dejaron mucho que desear en ese deporte.

No hubo tanto revuelo por el triunfo de las futbolistas, pero, aun así, se ha hablado más de ellas que de la selección femenil de Hockey, quienes llegaron invictas a la final frente a la Selección de Cuba.

En los espacios informativos de México se ha hablado casi nada del hockey femenil sobre pasto –menos aún de la portera yucateca, Montserrat Inguanzo Garay–, porque bien sabemos que no se trata de un deporte conocido, ni de atletas famosas que tengan patrocinio de marcas aún más famosas. “A las Leonas Argentinas, por ejemplo, las patrocina Adidas, y allá en el supermercado venden palos de hockey”, comentó Inguanzo para recalcar la diferencia abismal entre un país y otro, pues sus implementos de juego (rodilleras, casco, peto, guantes, bastón, etc.) han tenido que comprarse fuera del estado, incluso en el extranjero, aunque con el apoyo de las autoridades deportivas, afortunadamente.

Parece, pues, que las deportistas hicieron su trabajo, el gobierno hizo lo suyo, pero los medios de comunicación debemos sumarnos y reconocer las historias de éxito y el trabajo de tanto tiempo. La historia de Montserrat, quien actualmente combina los entrenamientos y concentraciones con sus estudios de Contaduría en la Universidad Marista de Mérida, es notable y digna de ser contada porque, para empezar, en Yucatán no tenemos canchas de hockey y pocas personas conocen ese deporte de conjunto que tiene contacto intenso al momento de realizarlo.

Allá en Barranquilla, Colombia, un solo gol fue la mínima diferencia entre la plata de la Selección Mexicana y el oro de la Selección Cubana –el periodista Javier Solórzano de canal Once dijo haberse estremecido de emoción durante ese partido final–, acá sentimos el máximo orgullo por todos los jóvenes yucatecos que han dejado su esfuerzo, sudor y lágrimas en las competencias. Muchas gracias.

maricarmengaray@gmail.com

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