Muere Gualito, todos pensaban que dormía

La muerte de “Gualito” en Oxkutzcab, un bebedor consuetudinario, de 42 años, trae al recuerdo “Chin Chin el Teporocho”, película escrita por Armando Ramírez y dirigida por Gabriel Retes en 1975.

El deceso retrata el desenlace fatal de los bebedores consuetudinarios, que en la ciudad suman más de 10.

Como es sabido, Gualito y un grupo de bebedores consuetudinarios desde temprana hora se subemplean en las fruterías del Mercado 20 de noviembre, donde seleccionan verdura a cambio de un dinero el cual utilizan para comprar su chatita y reunirse con los demás en varias esquinas del primer cuadro de la ciudad.

Gualito, como se le conoce al ahora occiso, era mecánico, y según se pudo averiguar sus padres ya fallecieron. Sus compañeros de parrandas relataron que lo avistaron por última vez a las 10 de la mañana, hora en la que al parecer fue visto cuando yacía boca a bajo; sin embargo, todos pensaron que aún dormía.

Fue una vecina de la zona quien llamó al 911, que es operado por la SSP, pero todo indica que no le dieron importancia al reporte. Las horas pasaron y fue hasta las 5:30 de la tarde cuando un vecino de misma calle 46 por 43 y 41, de la colonia Santoyo, realizó el reporte. Al lugar arribó una ambulancia de la Policía Municipal de Oxkutzcab, para prestarle los primeros auxilios.

Tras realizarle una valoración, el paramédico se percató que Gualito ya no contaba con signos vitales, por lo que los agentes dieron aviso inmediato a la Fiscalía General del Estado para que tome conocimiento del caso y determine la causa de la muerte.

Al parecer, Gualito murió a las 10 de la mañana, pero como es común ver a algunos de los bebedores consuetudinarios dormir en las calles, por la borrachera, todos pensaron que el ahora occiso seguía durmiendo; sin embargo, la muerte ya había pactado una cita con él.

Texto y foto: Bernardino Paz

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