Texto: Agencias
CIUDAD DE MÉXICO. #JusticiaParaMara, #NiUnaMenos y #TodasSomosMara, son algunas de las voces con las que mujeres protestaron ayer domingo en diferentes puntos del país, por el caso de la joven Mara Castilla, asesinada tras tomar un taxi de la empresa Cabify en la ciudad de Cholula, Puebla.
“No perdemos la vida, nos la arrebatan por ser mujeres”, indicó en su pancarta una de las manifestantes, en el Zócalo de la Ciudad de México.
“Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”, es uno de los reclamos que se escuchó.
“El silencio es cómplice, el miedo acalla y la violencia hacia las mujeres queda impune”, agregó otra manifestante, resaltando que la protesta no solo es por el caso de Mara Castilla, sino por el de todas las mujeres que han sido asesinadas en México, o que han sufrido alguna agresión machista.
Durante el recorrido, también se escucharon reclamos contra Cabify, con gritos como: “No falleció, la asesinaron”.
Otro mensaje fue: “Vivas y libres nos queremos, ¡dejen de matarnos!”.
La vanguardia de la marcha que partió del Zócalo llegó frente a la PGR cerca de las 14:00 horas.
También fueron convocadas manifestaciones en Puebla, Guadalajara, Xalapa y Torreón, entre otras ciudades, tanto el domingo como el próximo lunes.
En el Zócalo de Puebla, la Red Plural de Mujeres recolectó firmas, para exigir que se active la alerta de género en la entidad.
Pasadas las 12:30 horas, el cortejo fúnebre partió hacia el panteón Bosques del Recuerdo donde fueron sepultados los restos de la joven de apenas 19 años Mara Fernanda Castilla Miranda.
En medio de un ambiente de tristeza e indignación, se sepultaron los restos de la estudiante de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Mara fue trasladada a su natal Veracruz y ahí sus allegados le dieron el último adiós. Camiones de carga llenos de arreglos florales, y decenas de vehículos se observaron en ese camposanto en el que se despidió a Mara.
Luego de un rosario que se realizó entre familiares y amigos y cánticos religiosos se dio inicio a su sepultura entre lágrimas de tristeza, impotencia e indignación.
Vehículos y taxis con placas de Puebla, jóvenes y adultos vestidos con ropa de color blanco y negro se veían por doquier. La gente se ha unido al dolor de la familia de la joven a la que le fue arrebatada la vida.
