Una pequeña leona palestina de apenas 1 año y dos meses llamada Falestine, fue presa de la mutilación de dos de sus extremidades para que los visitantes puedan jugar con ella.
Esto aconteció en un zoológico cercano a la franja de Gaza, le retiraron las garras para que no represente peligro alguno hacia los visitantes y ahora la promocionan como atracción principal del zoológico de ese lugar.
“Le cortamos las garras para retardar su crecimiento y que los visitantes, los niños, sobre todo, puedan jugar con ella”, dijo el veterinario Fayez Al Hadd.
Así los visitantes pueden entrar a su jaula y acariciarla a su antojo sin que pueda defenderse de alguna manera, pero ante la situación, la protectora de animales AUCMA, señaló que una organización ya denunció los hechos, pues quitar las garras a un león equivale a amputar los dedos de un humano hasta el nudillo.
Foto: Cortesía