Por: Marcial Méndez
Ya es noticia vieja que Netflix ha hecho un trato con Nickelodeon para hacerle frente a la nueva amenaza del mundo del streaming: Disney+. Aunque hasta el momento el servicio del ratón no parece estar afectando demasiado al gigante rojo, esta alianza estratégica sigue siendo un paso más que adecuado para que Netflix asegure su posición en el mercado mediante su bien conocida especialidad: una atractiva oferta de contenidos, la cual ahora se verá nutrida por los shows existentes de Nick y, a futuro, por las producciones originales que también contempla el antedicho acuerdo.
Esta medida cautelar es un contrataque adecuado a Disney+, servicio que se vende casi exclusivamente por el posicionamiento de sus franquicias y la nostalgia que despiertan un buen número de las mismas (de entre las cuales hay que destacar Star Wars, debido a su gran relevancia actual). Aunque las propiedades intelectuales de Nickelodeon no poseen tanto impacto como las de Disney (salvo Bob Esponja), sí que son lo suficientemente reconocibles, queridas y recordadas como para sumarle muchísimo valor al ya sólido catálogo de Netflix.
Sin embargo, la clave está en el contenido original. Así como Disney+ se ha convertido en toda una sensación gracias a The Mandalorian, Netflix tendrá que asegurar que su colaboración con Nickelodeon resulte en producciones de la misma altura para no quedarse atrás ante su rival. ¿Lo logrará?
