No solo el maestro, también la familia

Por Carlos Pérez

La organización de la Naciones Unidas (ONU) propuso en 1993 el 15 de mayo como día de la familia, pero en decreto del expresidente Vicente Fox en 2005 se estableció en México como el primer domingo del mes de marzo, sea cual fuera el día de celebración, que ese mismo día se aplauda de igual forma al maestro no es coincidencia, y es necesario, que algunos recuerden para felicitar y hacer acciones en pro del maestro- familia. Es urgente que las empresas se fijen más en la gran labor y contribución que hace una familia a nuestra compañía, hoy no escribiré de las empresas familiares, sino de las familias de los colaboradores que tenemos en nuestra organización.

Según la RAE familia es un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas, y la Declaración Universal de los Derechos Humanos menciona que es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del estado. Con estas dos definiciones nos podemos dar cuenta de la importancia de la familia en una sociedad y es en este momento que las empresas se deben cuestionar ¿Qué estoy haciendo por las familias de mis colaboradores? Para dar respuesta a esta pregunta es necesario que las organizaciones se den cuenta de la urgencia de retener al talento dentro de las mismas y es por eso que la premisa para lograrlo radica en la inversión, es decir, el desembolso que se irá haciendo para que los empleados tengan una mejor relación con nosotros, debemos recordar el papel que juega la familia en nuestro país, de ahí surge un dicho o frase: “Familia Feliz, trabajador leal” es primordial que al pensar en el trabajador no solo le estamos dando un trabajo, sino su familia se convierte en parte de nosotros, somos el sustento en varios aspectos, pero qué podemos hacer en nuestra empresa para capitalizar las familias.

El departamento de Recurso Humanos de Adecco México nos sugiere algunos puntos: primero espacios de convivencia entre colaboradores y familia; segundo, fomento de actividades de voluntariado familiar; siguiente artículos u obsequios para apoyo económico de las familias y por último comunicar los éxitos del colaborador; pero además de las recomendaciones, el mayor reto es: ¿qué estás haciendo ahora con las familias de tus colaboradores?

En ocasiones las empresas piensan que estas estrategias resultan costosas porque hacer una fiesta o convivencia al año requiere de una inversión importante, pero en realidad hay muchas acciones pequeñas y que no implican costos importantes que pueden ser suficientes. Detalles sencillos en donde se resalten las cualidades de los colaboradores y que sean comunicadas a los familiares, puede resultar un buen comienzo. La pregunta o mejor el reto que te dejo es: ¿Estas haciendo suficiente en este sentido para trabajar con tus colaboradores? Si la respuesta es NO, es momento de empezar.

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