Nueva técnica preservaría hasta 27 horas un hígado para ser transplantado

Científicos en Estados Unidos encontraron un nuevo método de preservación de hígados que extiende hasta 27 horas su almacenamiento para el trasplante, según un estudio publicado en la revista Nature.

Los hígados donantes se almacenan por encima de los 4 grados centígrados y sólo pueden preservarse durante nueve horas antes de que disminuyan las posibilidades de un trasplante exitoso.

“Al darles a los médicos más tiempo, esta investigación podría algún día afectar a miles de pacientes que esperan trasplantes de hígado”, dijo en un comunicado una de las investigadoras, Seila Selimovic.

Estudios anteriores habían desarrollado nuevas técnicas que extendieron el tiempo en el que el tejido hepático de una rata puede almacenarse a temperaturas bajo cero sin daño.

Para ello agregaron un compuesto de glucosa modificado, 3-OMG, y un anticongelante, PEG-35kD, a la solución protectora que se usa para enfriar los hígados. Con esto, los hígados se pudieron enfriar a seis grados sin congelarlos.

Esta técnica sólo funcionó con los hígados de ratas pero no en los de humanos, que son 200 veces más grandes. Esta diferencia aumentó el riesgo de que los cristales de hielo comenzaran a formarse espontáneamente, haciendo que el órgano no pueda usarse para trasplante.

En este nuevo estudio se detallaron tres pasos del protocolo para evitar la nucleación del hielo y preservar los órganos hasta por 27 horas.

El primer paso fue limitar el contacto del líquido de almacenamiento al aire. Además, se eliminó el aire de la bolsa de solución de almacenamiento antes de sobreenfriamiento, desechando la posibilidad de nucleación espontánea en la superficie del órgano.

Posteriormente, se incluyeron dos ingredientes adicionales a la solución protectora: trehalosa que ayuda a proteger la célula y a estabilizar las membranas celulares, y glicerol, que respalda las propiedades protectoras del compuesto 3-OMG agregado en los experimentos anteriores.

Por último, los investigadores desarrollaron un nuevo método para entregar la solución de conservación al hígado. También utilizaron una forma de administrar oxígeno y nutrientes a los capilares en los tejidos biológicos mientras están fuera del cuerpo.

Mientras se bajó lentamente la temperatura se aumentaban la concentración de los nuevos aditivos protectores. Esto permitió que el tiempo del tejido hepático se ajustara y la solución pudo extenderse por todo el órgano de manera más uniforme.

Hasta ahora los investigadores no han implantado el hígado en un ser humano, aunque los estándares tradicionales de evaluación de la viabilidad hepática indican que el proceso no afecta al órgano.

Texto y foto: El Universal

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