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Licenciada en Ciencias de la Comunicación y en Derecho, corresponsal de Reuters, Milenio México, El Financiero, colaboradora de la Revista Petróleo & Energía y consultora de imagen y medios de comunicación.
EL INCREMENTO a las cuotas de acceso a la zona arqueológicas para los extranjeros, que se aplicará a partir del 1 de febrero, puso en aprietos a los empresarios del ramo turístico, quienes tendrán afectaciones serias considerando que desde antes de concluir el 2018 ya habían firmado convenio con las firmas mayoristas que traen grupos de otras partes del mundo.
Este aumento a las tarifas para los visitantes extranjeros a los sitios prehispánico del estado, si bien dejaría muy buenos ingresos a las arcas de la entidad, inhibiría el flujo de visitantes, principalmente a Chichén Itzá, destino al que llegan más del 90 por ciento de los paseantes extranjeros, que arriban a ese lugar vía Cancún.
De hecho, la afectación no solo será para los turisteros yucatecos, sino también para los empresarios del ramo de Quintana Roo, pues estos últimos son los que operan en mayor medida los grupos mayoristas que llegan a Cancún de diferentes partes del mundo.
Si bien la justificación del gobierno del estado es que los costos de acceso a las zonas arqueológicas de Yucatán, aun con el incremento, son de los más bajos en comparación a otros destinos arqueológicas del mundo, parece no haber tomado en cuenta que esa situación puede ser contraria a sus planes de recaudación, pues los empresarios tanto de Yucatán como de Quintana Roo han advertido que dejarían de vender el destino Chichén Itzá.
La razón es simple, los turisteros pactaron un convenio anual con las tours operadoras de internacionales a un precio de entrada a estos sitios de Yucatán, el cual días después de firmar ese compromiso, fueron notificados que subió en más del 100 por ciento, situación que representa pérdida para ellos, pues no pueden hacer un ajuste a algo que ya está firmado y acordado.
Ante este panorama, los encargados de turismo y de las finanzas del estado dieron una solución increíble: Que los empresarios y tour operadores compren antes del 31 de enero, al mismo precio de 2018, las entradas que ellos calculen que utilizarán hasta abril al mismo costo, que tiene el precio sin el aumento, las cuales, les han afirmado, serán validas durante todo el año.
Esta medida no beneficiaría al estado, pues no captaría lo que han presupuestado por incremento en las tarifas de las zonas arqueológicas, y para los empresarios sería muy complicado comprar miles de entradas en una sola exhibición.
