Panchito Torres: Mis padrinos son todos los militantes

Francisco Torres Rivas es de esos políticos que no pasan de moda, aunque parezca que en los últimos años perdió el empuje de cuando aspiró a la alcaldía de Mérida (2012) y después fue diputado federal.

Ahora ya tiene otra meta al alcance de los votos: la presidencia del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, que en Yucatán, al igual que el resto del país, no tuvo buenos resultados en las últimas elecciones.

Ingeniero civil de profesión, “Panchito” Torres es un político ligado a la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, pues en su administración fue secretario de Obras Públicas y diputado local, para después arrebatar un distrito federal al PAN, para convertirse en legislador federal.

Pero ese vínculo, dijo, no es suficiente para señalar que Ortega Pacheco, el ex gobernador Rolando Zapata Bello o el mismo senador Jorge Carlos Ramírez Marín son sus padrinos políticos, “pues mis padrinos son todos los militantes”.

Ante este nuevo escenario, Punto Medio platicó con el hasta hace tres días, presidente del Comité Directivo Municipal en Mérida.

¿Cómo ha sido su trayectoria política dentro del PRI?

—Todo empezó a encauzarse cuando fui scouts, de joven, fue cuando tuve el primer contacto con las comunidades del interior del estado en los campamentos. El escultismo me sirvió por muchas razones como en el tema de la solidaridad, hacer muchas cosas y a pesar de que sean difíciles hacerlas con alegría; es una cosa que recuerdo y me formó el escultismo, saber trabajar en equipo.

Se perfilaba una actitud de servicio …

—Sí. Tuve otra oportunidad dentro de la Iglesia, en un grupo apostólico, donde realizaba trabajo social y creo eso me fue llenando y la inquietud de servir me llevó a competir, ya como joven universitario, para ser dirigente de la sociedad de alumnos de la Facultad de Ingeniería, gané la elección, luego fui presidente de la Federación Estudiantil Universitaria y entre esas inquietudes llegué al PRI.

¿No le interesaron los otros partidos?

—Existía el Partido de Acción Nacional y algo de presencia en el estado del PRD, pero no. Yo egreso de la Facultad en 1998 y empiezo a trabajar en la Japay como auxiliar técnico y era ingeniero civil titulado, pero era lo único que había, pero lo vi con entusiasmo de aprender y desarrollar mi carrera.

¿Usted vivió la derrota del 2000 y 2001?

—Me tocó vivir la derrota histórica en el año 2000, cuando ganó Vicente Fox, y en 2001, cuando ganó Patricio Patrón y ahí tomé una decisión de formar mi empresa constructora, junto con mi esposa; renuncié a la Japay, pero nunca dejé de participar dentro del PRI. Mucha gente me decía que si me gustaba tanto la política que probara en otro partido porque el PRI ya se murió, pero yo dije no, en el PRI me he formado, cuatro años fui dirigente del Instituto de Desarrollo Político, que hoy es el Instituto Reyes Heroles, por lo que ahí tuve la oportunidad de desarrollarme políticamente ante la adversidad.

¿Cómo era el PRI en esos años?

—En el PRI no se paraba casi nadie, pero ahí estábamos un grupo de jóvenes entusiastas y todo ello fue creando nuevos liderazgos. En ese momento también despuntaba el liderazgo de Ivonne Ortega, ella me invita a su campaña a diputada federal en el 2003 y en su campaña en el Senado en el 2006, y a la campaña a la gubernatura, por lo que también vivimos todo ese proceso de cómo perdimos, de cómo recuperamos los espacios, ella (Ivonne Ortega) me da su confianza para ser su secretario de Obras Públicas.

¿Cómo fueron sus triunfos electorales?

—Para diputado local por el Primer Distrito compito con un personaje del PAN, que ya había sido diputado de esa zona y le tengo respeto, pero le gané a don Miguel Gutiérrez Machado. En el 2015 tengo una elección muy complicada pues había que recuperar el IV distrito federal, la cual contempla toda la parte oriente de la ciudad de Mérida, el IV y V Distrito local que siempre han sido bastiones del PAN y lo recuperamos, en ese momento fue contra Víctor Hugo Lozano. Jugaba en contra las reformas estructurales del Presidente Peña, también Ayotzinapa, pero ganamos pese a todo.

¿Su trayectoria demuestra que no es un advenedizo?

—Son ciclos que se van cumpliendo, hoy tenemos la oportunidad de regresar a la mística de hacer política del PRI, es un reto y una oportunidad. Como no tengo presupuesto nos obligará a que seamos más creativos, más exactos y precisos en los gastos y que se van a quedar los que realmente quieren hacer el trabajo político y no porque estén detrás de un sueldo u otra cuestión en donde no hay nada.

¿No es una oportunidad ganar, brincar a otros cargos?

—Voy a llegar a trabajar y si lo considera la militancia, también voy a tener un espacio de competencia para el 2021. Para ello hay que hacer bien las cosas, yo no pedí licencia al Comité Municipal, renuncié, pretendo ganar la elección e ir construyendo en el interior del estado.

¿Usted tiene padrinos políticos, quién le impulsa?

—La gente. No puedo negar que tengo una gran amistad con Rolando Zapata, con Ivonne Ortega, Federico Granja, Jorge Carlos Ramírez Marín, Pablo Gamboa, son mis amigos, son gente con las que he hecho política. Yo comencé desde hace más de 20 años en el PRI y me llevo bien con los actores que hoy están en la política y me dan sus consejos, pero hoy lo que me motiva es la gente. La dirigencia ya no puede ser un tema de cúpulas, de decisiones sin consultar a la gente, porque ese fue al escenario que nos llevó a los resultados del 1 de julio del año pasado y es un compromiso de no soltar el suelo, no dejar de escuchar a la militancia, no dejar de estar de lado de la gente.

Texto: Esteban Cruz Obando
Fotos: Cortesía

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