Pandemia, recesión e ira social

Por Carlos Hornelas

Si de por sí ya parecía suficiente la peligrosa combinación de pandemia y recesión económica globalizada, en el fin de semana se sumó a la tormenta perfecta la ira social en diversos lugares del planeta.

En Hong Kong, ciudad semiautónoma, los manifestantes que sumaban miles salieron a las calles a reclamar por una iniciativa que se discutiría en torno a la llamada seguridad nacional, y en la que se contempla una multa de 50 mil dólares y 3 años de cárcel para quienes no respeten la “Marcha de los voluntarios”, el himno nacional chino.

La policía reprimió a los manifestantes con gas pimienta y se lanzó asimismo contra los reporteros que cubrían los hechos. En total, se detuvo a 300 personas por los disturbios.

En el otro lado del planeta, las tensiones políticas y raciales crecen en Estados Unidos, donde se acumulan 7 días consecutivos de marchas, protestas, alborotos y disturbios generados por la muerte de George Floyd, un ciudadano afroamericano quien presuntamente habría pagado con un billete falso de 20 dólares una cajetilla de cigarros.

La “vileza” de este crimen motivó a 4 agentes a detenerlo y esposarlo. Cuando fue derribado y sometido boca abajo contra el piso, el oficial Derek Chauvin lo inmovilizó presionando la rodilla contra su cuello provocándole la asfixia que acabó con su vida, a pesar que, en reiteradas ocasiones el propio Floyd le advirtiera que no podía respirar.

Las protestas se multiplicaron por toda la Unión americana, incluso en el extranjero como en Amberes, Toronto, Sídney, Paris o Berlín.

En ciudades como Des Moines, Iowa, Los Ángeles, California, Washington DC y Nueva York, fueron reprimidas brutalmente con gas lacrimógeno y balas de goma por la policía, quien incluso utilizó la fuerza para arrebatar cámaras, micrófonos, teléfonos y libretas a la prensa que cubría los acontecimientos y se acreditaba con chalecos y gafetes. Molly Henessy de Los Angeles Times, Omar Jiménez de CNN se encuentran entre los reporteros agredidos, mientras en Las Vegas, 2 reporteros más fueron arrestados por estar en el lugar de los acontecimientos. El agitador Trump respondió fustigando a los gobernadores a controlar la situación o enviaría al ejército en contra de los manifestantes.

Mientras tanto, en México, en 77 ciudades y 31 estados se llevaron a cabo caravanas pacíficas a bordo de vehículos particulares en diversas avenidas emblemáticas de cada región para manifestarse en contra del presidente, Andrés Manuel López Obrador, a partir de una convocatoria que se hiciera 50 horas antes a través de las redes sociales, por el llamado frente anti AMLO, o Frena, coordinado por empresarios quienes buscan la dimisión del mandatario.

Cabe mencionar que ningún cargo de elección popular, y el de presidente lo es, admite la renuncia, como lo establece la constitución. La posibilidad para quitarle el poder se reduce a un juicio de procedencia por cuestiones de suma gravedad o bien, en la revocación de mandato que él mismo ha propuesto. Por lo que no queda claro si los organizadores y asistentes conocen la Constitución o bien, solo querían mostrar el músculo de cuántas personas pueden mover sin partido ni presupuesto para tener mecanismos de presión ante el Presidente. De cualquier manera se vieron rápidos y furiosos.

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