Para perder peso, la dieta importa más que el ejercicio

Todas tus “calorías entrantes” provienen de los alimentos y las bebidas que consumes, sin embargo, sólo una parte de tus “calorías salientes” se pierden con la actividad física

Hay muchas cosas que queremos dejar atrás en 2018: malos trabajos, malas relaciones y malos hábitos, pero lo más probable es que comencemos 2019 con algunos kilitos adicionales.

Cada enero uno de los propósitos de año nuevo es perder peso. Si quieres lograrlo hay algo que debes saber: la dieta es mucho más importante que el ejercicio, pero mucho más.

“No podría ser más cierto. Básicamente, lo que siempre digo es que lo que omites en tu dieta es mucho más importante que la cantidad de ejercicio”, dijo la nutricionista y colaboradora de CNN, Lisa Drayer.

Esto quiere decir que todas tus “calorías entrantes” provienen de los alimentos y las bebidas que consumes, pero solo una parte de tus “calorías salientes” se pierden con el ejercicio.

Según Alexxai Kravitz, investigador del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, “en general se acepta que existen tres componentes principales en el gasto de energía”:

1. La tasa metabólica basal, la cantidad de energía necesaria para mantener tu cuerpo funcionando (bombeo de sangre, respiración de los pulmones, funcionamiento cerebral).

2. La descomposición de los alimentos, denominada científicamente “termogénesis inducida por la dieta”, “acción dinámica específica” o el “efecto térmico de los alimentos”.

3. La actividad física. “Una distinción importante aquí es que este número incluye toda la actividad física: caminar, teclear, moverse y hacer ejercicio formal. Entonces, si el gasto energético total de la actividad física es del 10 al 30%, el ejercicio es un subconjunto de esa cantidad”, detalló.

“La persona promedio (no hablamos de los deportistas profesionales) quema del 5 al 15% de sus calorías diarias a través del ejercicio. No es una minucia, pero no se compara para nada con la ingesta de alimentos, que representa el 100% de la ingesta de energía del cuerpo”, dijo Kravitz.

Lo que es más, como cualquiera que haya ejercitado sabe, el ejercicio aumenta el apetito, y eso puede sabotear incluso las mejores intenciones.

Según cálculos de la Facultad de Medicina de Harvard, una persona de 84 kilos quema 200 calorías en 30 minutos de caminata a unos seis kilómetros por hora. Y puedes deshacer fácilmente todo ese trabajo duro comiendo cuatro galletas con chispas de chocolate, una cucharada y media de helado o menos de dos copas de vino.

Incluso una sesión intensa de bicicleta, que puede quemar más de 700 calorías, puede anularse por completo con un pedazo de pastel o unos cuantos cocteles.

Texto y foto: Agencia

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