Pescadores amenazan con linchar a un joven

Armadores y pescadores se manifiestan en diferentes dependencias para pedir flexibilidad en los requisitos para hacerse a la mar, más apoyos para diésel y préstamos económicos.

En lo que fue el segundo día de protestas conjuntas entre dueños de barco y pescadores, los manifestantes iniciaron su peregrinar en el puerto de Lerma a las diez de la mañana.

Unos ciento cincuenta pescadores de altura caminaron desde la entrada al muelle hasta la Capitanía de Puerto, donde pidieron que sean flexibles con las libretas de mar ya que algunos pescadores han tenido problemas para realizar el trámite a raíz de la pandemia.

Los pescadores continuaron hasta la zona naval donde solicitaron mayor seguridad en altamar y finalmente avanzaron hasta las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), donde dieron un largo discurso sobre su necesidad de diésel barato pues los pescadores norteamericanos lo obtienen a siete pesos por litro y no tienen que viajar tanto como los campechanos, por lo que consideraron es una competencia desleal.

La protesta se había programado hasta ese punto pero los pescadores, ya encarrerados, quisieron ir a tomar la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) como han oído están haciendo en otros estados, así que se subieron a varios vehículos y viajaron a Campeche.

Al llegar a la Sader, al parecer alguien había avisado que iban y las oficinas estaban vacías, solo los guardias custodiaban el edificio, sin contar con la furia de los pescadores que pronto lograron tirar parte de la cerca perimetral de malla ciclónica, con lo que consiguieron el paso solo para constatar que no había gente.

Más molestos y ya fuera del control de los dueños de barcos (armadores), cerraron el paso en las avenidas Gobernadores y Cuauhtémoc dejando gente varada en ese crucero, por lo que el enojo creció por parte de algunos automovilistas quienes echaban sus carros contra la gente, lo que causó un par de conatos de pleito que fueron resueltos por la policía, la cual poco a poco iba llegando.

En cuanto pudieron retomar el control los líderes, llevaron a los pescadores a caminar toda la avenida Gobernadores para protestar frente al mercado Pedro Sainz de Baranda, pero poco antes, los propios pescadores dieron un golpe de timón para dirigirse al Palacio Federal donde habían estado el lunes.

Ya en el edificio federal, los hombres de mar entraron “como Juan por su casa” debido a que antier que intentaron detenerlos rompieron candados y entraron a la fuerza. Apostados en el patio empezaron a exigir la presencia de la delegada de programas de Bienestar, Katya Meave Ferniza, para exigirle que les otorguen el descuento en el diésel y un préstamo para los pescadores de 8 mil pesos, además de que se liquiden los apoyos que faltaron por pagar (190 de más de seis mil).

En ese punto la presión fue subiendo hasta que identificaron a un joven asistente de la Secretaría de Bienestar que trataba de abandonar el edificio, por lo que de inmediato lo rodearon con amenazas para que llamara a su jefa y le dijera que fuera a su rescate o de lo contrario sería linchado en el asta del Palacio Federal.

Minutos más tarde, la delegada realizó una llamada al líder de los armadores para que detuviera el acoso a su empleado a cambio de reunirse con una comisión de ellos en un sitio secreto, a lo que los pescadores y armadores accedieron.

De los resultados de dicha reunión no se ha sabido nada, por lo que este miércoles se verá si hay un tercer día de protestas o “les llegaron al precio”.

Texto y foto: Agencias

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