Piden comer menos carne para proteger el medio ambiente

La ministra francesa de Transición Ecológica, Bárbara Pompili, señala que a menos carne, menos superficie deforestada para plantaciones de soya de las que se alimenta el ganado

“Comer menos carne y de mejor calidad”. Es lo que propugna en una entrevista con EFE la ministra francesa de Transición Ecológica, Bárbara Pompili, quien ha decidido instaurar platos vegetarianos en los comedores escolares como una manera de preservar el medio ambiente.

Pompili, de 46 años, cumple un año en el cargo en una de las carteras más complejas del Gobierno de Emmanuel Macron.

Su misión es la de conciliar el crecimiento económico con la transición ecológica en un país en el que han ganado peso tanto los “verdes” -gobiernan desde 2020 en varias grandes ciudades francesas-, como los críticos con el movimiento por su supuesta radicalidad.

La ley del Clima, inspirada en las propuestas de un grupo de 150 ciudadanos y que previsiblemente entrará en vigor este verano, es reflejo de ello.

No convence a parte del ecologismo francés, que no la ve suficientemente ambiciosa, y tampoco a los conservadores, que la consideran “punitiva” por medidas como la instauración de menús vegetarianos en los comedores al menos una vez por semana, en detrimento de la carnes rojas.

Esta medida, una de las más controvertidas, busca “revolucionar las costumbres” de los franceses, tal y como otras incluidas en la ley, entre ellas un aumento de multas por delitos medioambientales o prohibir vuelos para distancias cortas en beneficio del tren de alta velocidad, menos contaminante.

Según la ministra, la meta es que, reduciendo el consumo de carne en los comedores, se incite a los franceses a apreciar otro tipo de menús, por el bien de su salud y del planeta.

LA HUELLA ECOLÓGICA Y SANITARIA DE LA CARNE

Pompili cita estudios sobre la “huella ecológica” de la carne, es decir las emisiones de CO2 asociadas a su producción y distribución. “Este sector es responsable de entre el 14 y el 15 % de las emisiones totales”, aseguró.

Asimismo, a menos carne, menos superficie deforestada para plantaciones de soya de las que se alimenta el ganado, razona.

También esgrime argumentos de salud pública. “Sabemos que, según varios estudios, comer demasiada carne en relación a nuestras necesidades no es bueno para la salud, y digo demasiado porque comer carne es bueno para nuestra salud”, sostiene la ministra, quien apuesta por “un cambio radical en los hábitos”.

“En Francia, estamos acostumbrados a comer un plato que contenga una carne y un acompañamiento, es parte de nuestros hábitos culturales y gastronómicos”, asume.

“Quizá haya que comer menos carne y de más calidad, que puede ser un poco más cara, pero que es un deleite para el paladar. Y aparte de eso obtener otro tipo de nutrientes, sobre todo de los que proceden de proteínas vegetales”, agregó.

A comienzos de año, los menús escolares sin carne en las escuelas de Lyon propuestos por el Ayuntamiento ecologista de esa ciudad crearon controversia, con protestas de los ganaderos en varios puntos del país.

La polémica salpicó al seno del propio Gobierno del presidente Emmanuel Macron, con algunos ministros apoyando la causa de los ganaderos.

Pero según Pompili, la disminución en la ingesta de carne en los comedores colectivos no tendrá un impacto negativo en el sector cárnico francés.

Texto y foto: EFE / Agencias

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