El pasado 26 de abril, Irma Marín Farfán fue víctima de la interrupción de la energía eléctrica al momento de realizar un depósito en un cajero automático.
Dicho depósito fue de diez mil pesos, monto que no ha podido recuperar tras el incidente. Explicó que al momento del apagón se suspendió su transacción y la máquina no arrojó comprobante, sin embargo el empleado obtuvo una postura negativa con la resolución del problema.
“El gerente me dijo que no se podía hacer nada y le pedí que podría abrir el cajero o expedir un documento donde dijera que estaba haciendo un depósito y se fue la luz, algo para que yo pueda tener de respaldo, pero lo único que hizo fue cerrar la cortina y decirme que ya se iba a cerrar el banco”, comentó.
La afectada permaneció en el lugar en espera de la luz e intentar recuperar su dinero, desafortunadamente ninguna persona la quiso ayudar. Se le agotó la batería del celular y pasado un tiempo, alguien pudo prestarle una llamada, en donde contactó a su hijo quien acudió al lugar de los hechos e impuso una queja en el banco.
“Me pedían que les diera un comprobante que no existía, porque el gerente no me quiso dar nada y también me dijeron que no se podía hacer nada y me colgaron, volví a marcar y me contestó otra persona que me dijo que en cinco o seis días me resolvían y a la fecha nada”, comentó.
El pasado 10 de mayo la citaron en la sucursal bancaria donde le informaron que ya había una respuesta y que el banco le haría válidos seis mil 200 pesos de depósito de los 10 mil pesos que depositó.
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