Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
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Esta semana se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fecha designada como un recordatorio de las acciones que hacen falta para garantizar que las niñas, jóvenes y mujeres de todo el mundo vivan libres de violencia física, sexual y psicológica. La ONU señala que 1 de cada 3 mujeres ha sufrido algún tipo de violencia y, tristemente, cada semana escuchamos noticias de distintas ciudades o países que confirman estos datos.
Quisiéramos creer que el deporte está libre de violencia, que es un espacio seguro donde tanto hombres como mujeres tienen la misma oportunidad de desarrollar sus capacidades físicas sin poner en riesgo su integridad o exponerse a comentarios o situaciones dañinas. Sin embargo, sabemos que esto no ocurre así.
Un claro ejemplo de esto sucedió hace una semana en un partido de la Liga Iberdrola entre el Real Madrid y el Athletic Club, cuando la arbitro Sara Fernández recibió un balonazo en el rostro al final del encuentro, lo que propició que no pudiese terminar los minutos restantes. Ante lo ocurrido, la silbante recibió múltiples comentarios en redes sociales señalando que mejor “regresara a la cocina”, “se ponen a llorar por un balonazo y quieren cobrar lo mismo” y “sexo débil”.
Este caso evidenció una vez más lo que viven las mujeres dentro del deporte, basta con ver los titulares que cada semana le dedica la prensa deportiva mexicana a Norma Palafox resaltando sus “atributos físicos que enloquecen a la afición chiva” o las constantes comparaciones de la delantera de tigres Katty Martínez con futbolistas hombres, sin tomar como referentes a mujeres futbolistas, para darnos cuenta de que esto va más allá de la opinión de algunos aficionados.
Pero esto no tiene porque ser así, estar inmersas en el deporte no debe implicar recibir burlas o algún tipo de acoso. El deporte es un derecho universal y todas y todos debemos tener acceso en un ambiente sano y seguro, sin importar si eres hombre o mujer.
¿Qué podemos hacer al respecto? Dependiendo del nicho donde nos desempeñemos podemos sumarnos a esta lucha a través de proyectos. programas enfocados a la sensibilización respecto a la violencia contra las mujeres, entre otros. Pero también podemos ayudar desde nuestro lado de aficionadas y aficionados al deporte, exigiendo coberturas periodísticas con perspectiva de género, apoyando a las mujeres deportistas, replanteando nuestras propias creencias y no replicar prejuicios o estereotipos a través de nuestros comentarios.
“Pinta el mundo de naranja” es uno de los lemas de la ONU para este 25 de noviembre, en alusión a las acciones que todas las personas podemos generar, lo importante es no ser indiferentes ante la realidad que viven las mujeres y garantizar un futuro seguro para las niñas. Y hoy más que nunca es necesario también que pintemos al deporte de naranja.
