Con la apertura de la totalidad de los negocios del Centro Histórico, en esta zona de la ciudad se registra una buena afluencia de personas.
Este jueves fue el primer día en el que abrieron sus puertas todos los comercios ubicados en el Centro Histórico, donde desde el pasado domingo se aplica el plan de movilidad que implicó la reubicación de paraderos de las más de 200 rutas de transporte urbano que convergen en el primer cuadro de la ciudad.
Esta situación, según explicaron algunos comerciantes a Peninsular Punto Medio, ha influido de manera inicial en la baja de las ventas; sin embargo, esta disminución no ha sido tan estrepitosa, pues la afluencia de personas ha continuado en importante cantidad.
Tan es así que a lo largo de las calles aledañas a los mercados, que cerraron a las tres de la tarde, se encontraban numerosos vendedores ambulantes que ofertaban desde calabazas y limones, pimienta molida y elotes sancochados, sin faltar la venta de cubrebocas, pilas, calcetas y una vez que cayó la lluvia hasta los famosos nailon.
En la calle 65, justo en la esquina de las dos caras, el vendedor de elotes comentó que su clientela habitual, que era la que pasaba por las tardes para abordar su camión, en su mayoría se perdió, pero que afortunadamente ha tenido ventas, aunque en menor cantidad a la acostumbrada. “Esperamos que conforme pasen los días mejore la venta”, subrayó
Al respecto, el voceador Ismael Cruz, cuyo puesto de periódicos se ubica en la calle 56, justo junto a los kioscos del bazar, comentó que por la mañana hubo mucha afluencia de gente, pero que la mayoría estaba apresurada y buscando dónde quedó su paradero, por lo que pocos se detuvieron para comprar su periódico o un chicle como cuando estaban enfrente los camiones. “Esperamos que poco a poco se acostumbren y mejoren las ventas que hoy disminuyeron en un 30 o 40 por ciento, pero no han faltado”, dijo.
Por su parte, el gerente de una tienda de ropa para damas, ubicado en la calle 65 a unos pasos de los portales, comentó que no habían tenido problemas con el cambio de paraderos, ya que su clientela está formada de amas de casa y mujeres jóvenes que precisamente acuden en mayor número en un horario de 10 de la mañana a 12.
“Aprovechan que vienen a hacer la compra del mandado y vienen a escoger sus ropas”, dijo el entrevistado, quien destacó que en el comercio contiguo, dedicado a la venta de zapatos, hubo colas para entrar a lo largo del día.
La actividad comercial finalizó a las siete de la noche; sin embargo, los estacionamientos en la zona del mercado cerraron a las tres de la tarde, por lo que en las calles aledañas era difícil encontrar un lugar donde estacionarse, además de que la policía municipal estaba al pendiente para retirar a quienes se detenían en las calles con conos para hacer alguna diligencia rápida.
En la 54, comentó uno de los trabajadores de un comercio, había una zona en la que se permitía que los taxis y vehículos particulares subieran a la gente, ya que de otra manera sería complicado que caminaran con sus bolsas hasta los nuevos sitios de ascenso.
Cabe destacar que desde el miércoles ya están funcionando con normalidad los restaurantes, que ahora podrán trabajar de miércoles a domingo después de que su apertura estaba restringida los fines de semana. Si tienen licencia, ahora podrán vender bebidas alcohólicas de lunes a jueves hasta las 10 de la noche y de viernes a domingo hasta las seis de la tarde, por supuesto, acompañado de alimentos.
Texto y foto: Manuel Pool
