Muchas son las acciones difundidas para mitigar los efectos del cambio climático, pero ¿sabía que planchar no ayuda en nada? Al contrario, es un fuerte golpe al medio ambiente. Cada persona que lo hace genera 190 kilos de dióxido de carbono.
Muchos son los artículos y publicaciones que sustentan lo antes dicho: sin embargo, para muchos, sino es que la mayoría, tener una vestimenta limpia y bien planchada es parte fundamental de su personalidad. Es parte de salir a la calle. Sin embargo, es necesario detenernos y analizar un poco las consecuencias de planchar la ropa cada semana o diario, ya que a muchos se les acomoda de esa forma.
Quizá el caso más conocido de exhorto fue el que se hizo a través de cuenta de Facebook donde el usuario Mark Gersava escribió un compromiso que dice: “El día de hoy, hago un compromiso de nunca más planchar mi ropa para reducir mis emisiones de carbono”.
También, detalló que cada persona emite 190 kilos de CO2 (Dióxido de Carbono) equivalente a los gases invernaderos anualmente solo al planchar la ropa. “Si siete billones de personas pararan podemos reducir el CO2 por tres millones de toneladas, lo que será una gran contribución”, expuso.
En esta campaña global, que no es reciente, resalta también la reducción en el consumo de energía eléctrica, ya que en promedio el uso de la plancha por una hora genera 750 watts, lo que se traduce en dinero y afectación para tus bolsillos.
También hacen la comparación de que si en un lugar no se plancha es como si se plantaran siete árboles o se disminuyera el impacto de los gases que producen siete vehículos, generando así oxígeno para persona durante siete horas.
Aunque por otro lado, existen documentos que resaltan algunos beneficios de planchar la ropa, como: eliminar parásitos, virus y bacterias, no más ácaros, evitando que ingresen al cuerpo.
La plancha en la historia. Hace 2,400 años los griegos ya planchaban usando un cilindro de metal caliente, 2 mil años atrás los chinos planchaban con sartenes llenas de brasas de carbón y hace 1,000, los vikingos planchaban con una pieza de hierro caliente en forma de seta. La historia demuestra que planchar no es nada nuevo y que forma parte de las tradiciones milenarias de la humanidad.
En el siglo XVII se empezaron a utilizar planchas de hierro que se calentaban en las brasas con una forma en delta similar a las actuales. Un siglo después, se desarrollaron planchas que tenían brasas de carbón en su interior. Finalmente, la plancha eléctrica se inventó en 1882.
Texto: Jesús Gómez
Fotos: Cortesía
