Platillos con carne, un lujo para muchas familias

Preparar un chocolomo o un frijol con puerco, es un lujo para muchas familias yucatecas, pues los altos precios que alcanzan las carnes representa invertir prácticamente el salario de un día y sacri car otros gastos prioritarios como la compra de medicamentos.

Para adquirir un kilogramo de carne de res, las amas de casa deben de invertir entre 120 y 140 pesos, casi dos veces el salario mínimo (73.4 pesos), pero si se pre ere la carne de cerdo, entonces el gastos será ligeramente superior a un salario mínimo, es decir, 74 pesos.

Por esta razón, doña “Anita” ve lejano el día en que pueda volver a comer un puchero de tres carnes o bien, invitar a sus hijas y nietos a comer un chocolomo, ya que la magra pensión de su marido de apenas dos mil 500 pesos mensuales, solo el permite comprar de vez en cuando pequeñas cantidades de estas carnes, a fin de que el dinero rinda y “quede para las medicinas, el agua y la luz”.

“Ya no se puede comer un chocolomo como antes. Aquí en el mercado está a 120 pesos el kilo de carne de res y el de puerco está a 74 pesos, ya ni pensar en comer un frijol con puerco con su tomate y chile “cut”, su rábano, cilantro, cebollita, aguacate y su refresco de melón que le gusta a mi viejo. Aunque compre medio, voy a gastar mucho dinero y lo necesitamos, expresa.

Un cuarto de kilogramo de carne molida, de textura grasosa y un extraño rojo intenso es parte de la dieta de dos días que doña “Anita” y su esposo disfrutarán acompañados de un frijol kabax -que le regala una vecina-, en tanto esperan la llegada del depósito de la pensión.

Se mantiene venta de carne de res

Para el abastecedor “Ismael Manzanilla” sus ventas no bajan y mantiene sus precios: 120 el kilogramo de bistec, 110 pesos el de carne para caldo e igual precio la carne molida.

Y es que el éxito de sus ventas, las atribuye a la llegada de numerosas personas de otras partes del país a vivir a Mérida, en especial gente de Tabasco, Distrito Federal y Monterrey, quienes tiene el hábito del consumo de esta carne.

“A diferencia del yucateco, estas personas vienen y compran grandes cantidades, como antiguamente lo hacían los yucatecos, pero lo dejaron de hacer y cuando vienen compran poco”.

Reconoció que el alto costo de esta carne ha provocado que las carnicerías de las colonias eviten comercializarla, lo que obliga a muchos consumidores retornar al mercado de San Benito, el cual “muchas personas jóvenes ni conocían”.

La gente que viene de otros lados compra esta carne en grandes cantidades porque considera que en Mérida está barata. Estuve hace poco en Monterrey y vi que la carne estaba en 300 pesos el kilo, claro que ahí la carne es de mejor calidad y tienen algo que nosotros no, que son los cortes, pero eso vale, 300 pesos el kilo”.

Cinco alzas de la carne de puerco en este año

Empero, el optimismo de “Ismael” no es compartido por don Felipe Gómez Viana, abastecedor de carne de puerco, quien reconoció que en el presente año aumentó cinco veces el kilogramo de carne de cerdo, hasta alcanzar los 74 pesos.

“La gente ya no compra como antes, ahora que lleva un kilo, tres cuartos, medio, cuando antes eran kilos y kilos. Ahora busca lo más barato, incluso van al supermercado, a las tiendas de carnes en busca de ofertas o donde puedan pagar con vales de despensa”.

Indicó que el hecho de que un corporativo dedicado a la comercialización de carne desarrolle todo el proceso productivo, desde la crianza hasta la producción del cerdo, le permite imponer precio y condiciones en el mercado, lo que afecta principalmente al pequeño carnicero.

“Lo malo es que el gobierno apoya a estos corporativos, porque dicen que generan ganancias al estado, pero quienes necesitamos apoyos somos nosotros para tener mejores precios y poder vender más y ofrecer mejores oportunidades de vida para nuestras familias”, sostuvo.

El mejor precio es el del pollo

En su turno, Gladis Ileana Alonso, considera que el pollo representa una mejor opción de alimentación para las familias, por su precio, 35 pesos el kilogramo, pese a ello, reconoce que también se redujo “un poco” la cantidad de esta carne que llevan las amas de casa.

“La gente vive al día, así que quien llevaba dos kilos, ahora lleva un kilo, un kilo y medio y ve cómo que le alcance su dinero y pues también busca otras opciones de alimentación que le salgan un poco más económica, pero el pollo es la mejor opción”, opina.

Pavo, una tradición

Respecto al pavo, recuerda que este es un producto que se vende mucho los fines de semana cuando las personas “hacen su venta” de panuchos y salbutes, lo que ayuda a mejorar el volumen de sus ventas, pese a que recientemente subió 10 pesos y ahora se vende a 50 pesos el kilogramo.

“Estamos esperando que las cosas, que las ventas mejoren. Ya vienen las fechas buenas cuando se comercializa bien y para los productores esto es mejor, porque les ayuda a recuperar parte de sus pérdidas de la temporada de mucho calor”, destaca.

“Una reunión sale cara”

En tanto, “Luisa” llama la atención al adquirir tres kilos de carne de cerdo rejalada, la cual servirá para una reunión “en la casa”, sin embargo, aclaró que para ello toda su familia colaboró: “mis hermanos, mis cuñados, mi suegro, porque es mucho lo que se gasta. Solo aquí hay casi 220 pesos, y los aguacates para el guacamole están a dos por 15 ¿y el limón?, ¿y las tortillas? ¿y el refresco? “Una reunioncita sale en un ojo de la cara. Además, fui a comprar cuarto de carne de res porque uno de mis cuñados no come puerco y quien me despacho se medio molestó por la cantidad que le pedí”, cita.- Juan Matú Chalé

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