Mucha suspicacia despertó en analistas políticos de todo el país el desayuno privado que tuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador con el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, en su más reciente visita a la mencionada entidad. Se dice que el también presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores ( Conago), ha comprometido su apoyo para que el sucesor en esta importante posición política sea el mandatario estatal de Tabasco, Adán López Hernández, emanado de Morena y como es de suponerse, estrechamente ligado a AMLO.
Las malas lenguas dicen que Alito, a diferencia de hace unos meses en los que cuando “El Peje” era candidato, inclusive amenazó que cuando este visitara Campeche lo educaría, ahora que es Presidente del país, no le quedó más que doblar las manitas y asumir una postura entreguista, ofreciendo hasta pactos para que el PRI apoye en el Congreso Federal las iniciativas que al de Macuspana le convenga impulsar.
Y entonces en su interés de protegerse las espaldas, porque según encuestas que se han levantado en Campeche, todo apunta a que, en las próximas elecciones de 2021, el PRI no repetirá por la mala actuación de Moreno Cárdenas, y hay muchas posibilidades de que aparezcan grandes temas de corrupción, inclusive ha llegado a ofrecer “su gestión” para lo que AMLO le requiera.
Entonces, todo parece indicar que el acuerdo previo para que al frente de la Conago quedara en el próximo período el gobernador de Querétaro, el panista Francisco Domínguez Servién, se irá a la basura.
Por lo pronto de estos “tejes manejes”, al parecer ya se han dado cuenta los integrantes de la Conferencia que en la última reunión celebrada en Acapulco, el pasado siete de abril, contó con solo una docena de asistentes, es decir que 20 prefirieron no asistir a la Reunión de la Comisión Ejecutiva de Turismo.
No hay que perder de vista que el gobernador campechano, a quien le quedan unos meses más al frente de la Conago, también busca la presidencia del CEN de su partido, que a estas alturas, después de dolorosos descalabros pareciera que ya está en proceso de extinción, por lo que con Alito al frente el panorama a futuro no sería nada halagador.
Basta con escuchar la opinión que los campechanos tienen de la gestión de Moreno Cárdenas para temer que de asumir la dirigencia nacional podría representar un tiro de gracia para el maltrecho tricolor.
Texto y foto: Cortesía
