Por desacuerdo en orden del día casi llegan a golpes

Legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Trabajo (PT) y del Movimiento Ciudadano (MC), casi llegaron a los golpes ayer, durante la tercera sesión ordinaria celebrada en el Congreso de Quintana Roo, que estuvo a punto de convertirse en cuadrilátero legislativo.

El enfrentamiento, que involucró a los legisladores Carlos Hernández, del PRI, Hernán Villatoro, del PT y José Luis “Chanito” Toledo, del MC, fue originado por el diputado del Partido Verde (PVEM), Gustavo Miranda, quien preside la Mesa Directiva de la XVI Legislatura.

El pevemista se empeñó en imponer un orden del día contrario al consensuado a través de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), lo que contraviene la Ley Orgánica del Congreso, que le instruye a tomar a consideración lo acordado por dicho órgano.

Miranda ignoró el primer reclamo de un legislador, quien le hizo notar que la Ley Orgánica vigente le instruye ajustarse al orden del día acordado por la Jucopo.

Carlos Hernández se sumó a la exigencia de apegarse a lo mandatado por la Ley, pero recibió como respuesta del pevemista, que la Mesa Directiva es la que decide el orden del día, lo que desató la reacción adversa de diputadas y diputados de Acción Nacional (PAN), del MC e incluso, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), éste último, del bloque aliado al PVEM.

El secretario de la Jucopo, José Luis “Chanito” Toledo, aclaró que el artículo 66 de la Ley Orgánica, da la facultad a la Mesa Directiva de establecer el orden del día, con base en el acuerdo entre partidos representados en la Junta y para evitar mayores fricciones, propuso a Miranda someter a votación las dos órdenes del día para saber cuál definiría la sesión.

—No se va a hacer lo que usted quiera, presidente — expresó. En respuesta, Gustavo Miranda dio lectura al artículo 66, que establece justo lo que le fue reclamado y, pese a ello, insistió en continuar la sesión con su orden del día.

En defensa de la postura de Miranda, De la Peña perdió el control y pasó de la interpretación de la ley, a los insultos. “Póngasela, pero rebuzne”, le dijo —burlándose— a otro legislador, entre aplausos de la también tucán Tyara Scheleske de Ariño.

—El orden del día que estamos discutiendo fue firmado por la mayoría de los diputados, así que no me vengan con ‘jaladas’ de que se les está sorprendiendo —prosiguió.

Texto y foto: Agencias

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